jueves, 26 de abril de 2012

la libertad de expresión o Frank Zappa vs un montón de viejas histéricas y adineradas



Durante los años 80 el gran Frank Zappa luchó contra una organización de viejas cristianas histéricas y mal cogidas esposas de senadores norteamericanos que promovían el uso de etiquetado de advertencia sobre las carátulas de los discos, para evitar la maligna influencia de las malas palabras o la mención de temas sexuales, sobre las inocentes mentes de los jóvenes estadounidenses. Frank denunción que esto no era más que una estrategia para formar una sociedad de idiotas dependientes de la indicación de un poder mayor al respecto de discernir lo bueno de lo malo. Al final las viejas histéricas reaganianas se salieron en parte con la suya, y ahora se ven los resultados. 
En  esos años Zappa puso en las cubiertas de sus álbumes una etiqueta que decía lo siguiente:
¡CUIDADO! Este álbum contiene material que una sociedad verdaderamente libre nunca temería ni suprimiría. El lenguaje y conceptos contenidos aquí garantizan no causar tormento en el sitio donde el tío de los cuernos y tridente lleva sus asuntos. Esta garantía es tan real como el de los fundamentalistas que atacan la música rock en su vano intento de transformar América en una nación de estúpidos (en el nombre de Jesucristo). Si hay un infierno, sus llamas les esperan a ellos, no a nosotros.
qué razón tenías tío Frank.
 

martes, 17 de abril de 2012

El rey Juan Carlos es un miserable hijodeputa



Así de fácil. Hace varios  años que este maldito engendro viene demostrando cada vez más sus chocheras de viejo impotente y senil, exponiéndose a los medios como lo que es: un carcamal de adorno que nunca ha servido y ahora menos, sirve para nada. En su patria protegido por la medieval ley contra injurias a la corona, y por un montón de zánganos que le chupan el culo, vive en la opulencia mientras el pueblo come tierra, y en otros lugares se divierte callando a los demás como si se tratara de sus súbditos y además gasta los impuestos de su pueblo en fastuoso viajes para probar su arcaica masculinidad asesinando pobres animales silvestres previamente drogados para ser presa fácil..
Ya sería bueno que el pueblo de España, que está al borde de la peor crisis económica de la historia, consiguiera una guillotina y con esta diera el último paso que les falta para entrar al mundo moderno.