martes, 6 de octubre de 2015

Demostración práctica de la estupidez humana I


Todos los días me encuentro, sin buscar mucho,  demostraciones de estupidez humana dignas de comentar, aunque sea para que quede constancia de que cada vez más, nuestras jornadas por sobrevivir en este angustiado planeta nos han vuelto insensibles y no notemos como todo se hunde sin remedio y que casi llegamos al punto en el que habrá que decir como se citaba en la película Los hijos del hombre: ¨que el último en salir apague la luz.¨



En el programa radial La Cantaleta (Radio Actual 107.1, de lunes a viernes a las 10am), del que soy más que seguidor, adicto, o cantaletodependiente como nos hacemos llamar los que seguimos el humor ácido pero sincero de Hugolino Salas y los hermanos Erwin y Mariano Grosser; que el gerente de repretel defendiendo su programa ¨Combate¨ (espacio estúpido y estupidizante a la vez, del cual sería interesante referirse con más detalle en otra ocasión); dijo que no vale la pena prestar atención a un grupo de personas que presionan para que el programa salga del aire, dado que como se puede apreciar en la cuenta de Facebook del espacio televisivo, este cuenta con más de novecientos mil seguidores. La cifra se me antojó como una ocurrencia exagerada de un pedante y caprichoso gerente televisivo. 

Más tarde visité la red social para verificar el dato y echar por tierra el pavoroso monto de babosos pendientes del mediocre (y mediocrizante) programa del que se jactaba el prepotente ejecutivo: fue como revisar la lista de los números premiados de la lotería nacional, aunque guardaba una pequeña esperanza, me di cuenta de la terrible verdad. 

¡Novecientos treinta y cuatro mil noventa y un seguidores tiene la cuenta de facebook del programa!

No se puede afirmar que todos sean ardientes seguidores del espacio, algún grupo de detractores infiltrados habrá, pero en definitiva, la gran mayoría están ahí porque les gusta y satisfacen sus necesidades intelectuales con lo que el programa les vende. 

Otra prueba más de que es más útil un medio de comunicación masiva que un ejército represor, para someter a un pueblo.