viernes, 11 de abril de 2014

La goma después de 15 años a puro Intel

            La Ribera de Belén era un hervidero de trabajadores, contratistas, maquinaria y construcción. Era 1998 y estaba integrándome a mi primer proyecto como ingeniero de campo en un par de proyectitos que formaban parte de la segunda etapa de la construcción de la planta de procesadores de Intel en Costa Rica. Una mañana cuando me dirigía a las barracas donde nuestra cuadrilla debía guardar las herramientas para constatar el robo de equipo que nos habían hecho desde una barraca contigua, topé con un tumulto inusual frente a las oficinas de seguridad ocupacional donde también funcionaba un dispensario médico. Había una ambulancia estacionada y mucha gente rodeándola mirando hacia las puertas del dispensario. Estas se abrieron de repente y solo pude ver entre la multitud de asomados, algo como una sábana con algo muy negro adentro que fue introducido en fracción de segundos en la ambulancia, la cual enseguida se alejó gritando del lugar. Pregunté, y lo primero que me dijeron fue: ¨No fue aquí, no fue de Intel, fue en la sub estación del ICE: un electrocutado¨ Parecía que antes que informar qué desgracia había acaecido, había que liberar de culpa a la multinacional y señalar que fue un trabajador del ICE, en propiedad del ICE, el que había sufrido un percance fatal. Al parecer un trabajador del ICE se electrocutó en la sub estación eléctrica anexa a Intel, esa fue la única información que pude conseguir dado que los funcionarios de Intel prohibieron que se hablara al respecto y el tema dentro del proyecto quedó en mera especulación. 
            El trabajador del ICE sufrió quemaduras en todo su cuerpo y sobrevivió apenas una semana. No se si este fue el único accidente mortal en esa sub estación, pero ahora a la luz de la retirada de Intel del país, me queda como una de las molestias más incómodas del actuar de las grandes corporaciones multinacionales y de los gobernantes que se les abren de piernas para ¨generar empleos, mejorar exportaciones¨ y de paso ganarse una que otra comisión. Esa sub estación tuvo que ser construida por el ICE con dinero de los contribuyentes para garantizar a Intel que su demanda de energía eléctrica no fluctuaría nunca, y la energía eléctrica que nunca le faltaría a la empresa, se pagaría con una tarifa mucho más baja que la del resto de los abonados. En su momento, casi todos estuvieron de acuerdo, y los bombos y platillos sonaron durante varios años, pero nadie advirtió que esto de la globalización y la tecnología es muy dinámico, y que las empresas que generan ganancias tan obscenas en pocos años, sobre todo en el campo de la tecnología, pronto pierden vigencia y se desplazan por el mundo buscando la mano de obra calificada más barata. 

           Entonces ahora que se está viviendo la goma después de la borrachera del éxito, y muchos empiezan a darse cuenta que la inversión extranjera no es para siempre; por que no abrir los ojos y empezar a producir y exportar lo que verdaderamente es producido, no solo manufacturado, en nuestro país. Aquí en Costa Rica sobra talento, pero desgraciadamente no en los que toman decisiones.

http://wvw.nacion.com/ln_ee/1997/julio/07/economia1.html
http://wvw.nacion.com/ln_ee/1996/noviembre/14/pagina04.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario