sábado, 10 de diciembre de 2016

DE CIUDADANOS Y VAMPIROS




“All animals are equal,
but some animals are more equal than others.”

el cerdo Napoleón en ¨Rebelión en la granja¨de George Orwell.


EL VIDEO DE PILAR CISNEROS SOBRE LAS PENSIONES

    Todos los sábados  a eso de las ocho de la mañana, pasa por nuestra casa don Aniceto, un agricultor que vende sus productos cargados en un pesado carretón de casa en casa, hacer esto por las cuestas de Coronado le consume poco a poco su espalda. Don Aniceto padece terribles dolores consecuencia de estar desde muy joven dedicado al trabajo en el campo, su espalda carga con dos operaciones y está a la espera de una tercera, mientras  avanza a través del pantano burocrático de obtener una pensión para dejar de empujar su carretón. A sus sesenta y un años este señor implora por obtener una pensión de menos de cien mil colones al mes para mantenerse él y su esposa y ayudar a una hija desempleada y madre soltera.

    Martina es una mujer de cuarenta y cinco años, diestra en la costura y que redondea los ingresos familiares limpiando casas y cuidando niños. Su anhelo es conseguir un trabajo fijo donde le reporten su salario a la caja y reciba una orden patronal que le garantice una posible atención médica en años venideros, pero esto es casi inalcanzable para una mujer de pasados los cuarenta  con familia que atender y mantener. Tan ocupada está en redondear sus ingresos que no le queda tiempo para reconocer la incertidumbre de cómo podrá ser su pensión cuando llegue dentro de más de quince años.
    Por desgracia la realidad de ellos es la de muchísimos costarricenses que a pesar de sus años y enfermedades a cuestas, con costos pueden gestionar una miserable pensión que al menos les sostenga su alimentación durante sus últimos años. Su futuro y el de los que les rodean está a la sombra del abominable colapso de un sistema de pensiones que desde hace años sabemos que se cierne sobre todos los ciudadanos.

    Perdón, no sobre todos los ciudadanos…

    Dos exdiputados que supieron chupar sangre en diversas administraciones durante unos cinco lustros están dando la cara para luchar por las pensiones. Por las suyas, eso sí. Y por las de los de su clase y circunstancia, que como ellos, mamaron de los presupuestos nacionales durante años aportando no más que políticas que construirían  el estado desigual e injusto en el que nos hemos convertido. Estos dos tipos, veteranos de un partido que cuando estuvo en el poder aumentó la pobreza y la brecha social entre la población, y  que siendo diputados de oposición fueron complacientes con el gobierno de otro patán que ahora busca con su cara de barro saborear las mieles del poder otra vez. Estos vampiros de tragicomedia, se revuelcan en sus retiros palaciegos al ver que se discute en la asamblea legislativa la posibilidad de que se apruebe una ley que reduzca sus millonarias pensiones a favor del presupuesto nacional.

    Junto a ellos el grupo de retirados del sistema judicial, el poder más ineficiente y corrupto del país (dura competencia por este puesto, por cierto) también se niega a que sus retiros millonarios sean tocados. Por mucho que hayan succionado del país cuando ejercían sus puestos,  estos jueces y magistrados quienes se supone que administraban la justicia, consideran justo sacar millones para bañarse en oro durante sus últimos años. Desafía los límites de la imaginación  saber que hacen con tanto dinero en las postrimerías de sus vidas, si a esas alturas ya deberían haber arreglado todos sus deberes: tendrían a sus hijos con estudios y posesiones, tendrían su casa propia, y apuesto que muchas cosas más con los exagerados salarios que devengaban y con uno que otro negocillo oscuro que les aparecía por ahí. ¿Entonces será que necesitan tan desesperadamente recibir por mes el equivalente al salario de veinte obreros de construcción por no hacer nada más que respirar?

    Eliminar las excesivas pensiones de funcionarios públicos retirados es imperativo, no tanto por cuestión de salvar el presupuesto nacional, sino por cuestión de justicia para personas como Aniceto o Martina. No suelo ser optimista y no creo que a las cucarachas que reciben pensiones millonarias por el hecho de respirar les vayan a quitar su privilegio, pero si esto no sucediera con la ley que se intenta tramitar, propongo que se haga un trato con ellos: que cambien su actual pensión por una de un millón de colones al mes o  para que continúen recibiendo la misma que ahora tienen desayunen obligatoriamente todas las mañanas una sopa del folidol M-72  concentrado.

http://www.crhoy.com/archivo/exministros-economistas-abogados-y-hasta-una-jerarca-actual-encabezan-la-lista-de-las-pensiones-mas-altas/economia/
http://www.nacion.com/nacional/politica/Exministro-amparo-recorte-pension-lujo_0_1592840729.html
http://www.crhoy.com/nacionales/danilo-chaverri-renuncia-al-pusc-en-medio-de-criticas-por-su-pension/


sábado, 12 de noviembre de 2016

REFLEXIONES SOBRE EL ASCENSO DEL JOKER




Todos están sorprendidos y asustados por el ascenso del payaso a la presidencia de EEUU. Todos menos yo. Aunque siempre estuve convencido de que era el menor de los males, dado que la Hillary es tan nefasta como Donald, pero ella lleva años en la política cuidando su imagen pública y dando la apariencia de mujer fuerte y decente. El tal Donald, nunca se ha preocupado por su imagen pública, más que por convertirla en un símbolo de poder corporativo macho y dominante, violador de economías y bruto ganadero en el salvaje hato del capitalismo. La capacidad de amasar fortunas, comprar y revender bienes y personas siempre ha sido su norte, el combustible de su ego y su única razón de ser. El hecho de que se lanzara a la política con el objetivo de llegar a ser el primer ciudadano de los Estados Unidos, nada más es la cumbre de la manifestación de esas motivaciones, ninguna iluminación trascendental puede haberlo llevado a querer ¨hacer a América, grande otra vez¨. Se me hace muy difícil pretender eso, a mí y al resto de la humanidad. A partir de esto, si consideramos todas las taras sociales y políticas que el millonario arrastra desde hace décadas, su postulación tras la candidatura de los republicanos, desde el principio a cualquiera con dos dedos de frente, le parecería nada más que una broma. Una broma bastante macabra cuando se convirtió en el candidato republicano, y una catástrofe cuando se vieron los resultados electorales en los complicados comicios gringos. 

Muchos lo creyeron imposible, pero yo no. Michael Moore, tampoco. Muchos vieron a la Clinton como el perfecto relevo de Obama, después del negro una mujer, ¨este es el futuro progresista e inclusivo de USA, el líder mundial por un futuro perfecto¨: otra perfecta distorsión ocasionada por unos medios de comunicación  desatados en sus ansias por dinero y unas redes sociales sostenidas por sus ansias de atención.  Obama ha sido un presidente muy popular, con gran personalidad y buenas ideas que no pudo hacer mucho de lo que se propuso por la ingente oposición de muchos, entre ellos hasta los de su propio partido. Hizo lo que pudo, y tal vez salió con menos sangre en las manos que otros de sus predecesores. Pero dentro de un país con una ignorancia estructurada desde hace muchas décadas, con intolerancia y miedo absolutamente tradicionales y construido sobre las cenizas de pueblos originarios y con el sudor de esclavos; tener un presidente como Obama ha sido y temo que será una absoluta excepción, un extraño quiebre en el devenir cíclico de la historia, como lo diría Isaac Asimov en la mitología de ¨Fundación¨. Haber elegido a la Clinton, tal vez habría dado la imagen de una continuidad progresista de las políticas de Obama, aunque ella tiene las manos muy manchadas de sangre y un peligrosísimo historial de amistades peligrosas con grandes corporaciones, de esas que poco a poco se han estado adueñando del mundo. Hillary es una de las principales responsables de la caída del régimen del Ghadaffy en Libia, lo que convirtió a la nación africana con mejor calidad de vida en un país en ruinas  con otro régimen islámico envuelto en guerrillas, además de la catástrofe en Siria donde su apoyo a los rebeldes contra el régimen de Al Assad han convertido el conflicto en un hervidero que ha condenado a millones a emigrar dejándolo todo. 

El autoengaño es humano, demasiado humano, y eso es lo que a todos nos ocurrió con estas elecciones. Ganó Trump, por poco. Es más, perdió voto por voto, pero en el complicado sistema indirecto, ganó los estados claves y sumó más representantes: nada que hacer. Pero veámoslo así y suena feo: Trump es el legítimo gringo. Un capitalista, egoísta, acomplejado, racista, aprovechado, contaminador, ignorante, violento, misógino, homofóbico, inflexible en fin, más cerrado que el culo de un ratón. Y los gringos, le eligieron a su imagen y semejanza. Punto y aparte. Viendo hacia atrás, más bien Obama es el que nunca calzó en la foto. 

Ahora el mundo mira con miedo al nuevo líder mundial. Cosas malas, muy malas de hecho que tiene, eso es requisito para estar donde ahora está. Pero hay que recordar que en la política pesada, la maldad es siempre relativa y cosas verdaderamente malas que tiñen de sangre las manos de Hillary pueden convertirse en sus fortalezas y cosas también malas de Trump pero que no le han costado la vida a nadie, se convierten en sus defectos. Por tanto lo mejor es buscar un criterio propio más allá de lo que las redes sociales y los medios oficiales te cacareen en el oído. Por ejemplo, a Trump se le criticó ácidamente su cercanía al líder ruso Vladimir Putin y este fue uno de los argumentos fuertes de la Clinton en sus debates; pero si hacemos uso de un poquito de sentido común, podemos ver lo siguiente: entre EEUU y Rusia está la mayor cantidad de cabezas nucleares del mundo, por tanto, ¿no sería lo mejor para la humanidad que estos dos fuesen buenos amigos? Pero claro, recordemos que al inicio de la segunda guerra mundial Hitler y Stalin se admiraban mutuamente.  También se dice que esta cercanía haría que Trump cese el apoyo norteamericano a los rebeldes sirios, en consecuencia el régimen de Al Assad apoyado por Putin les sofocaría a ellos y al ISIS, trayendo al fin la paz a tan maltratada región. Muchos podrán hablar mal de Al Assad, pero  no puede ser comparado con lo que establecerían los extremistas islámicos de llegar al poder. Esta opción la apoyarían millones de refugiados que han tenido que huir de la guerra. Aunque no existe certeza al respecto, y siendo muy pero muy optimistas, se podría pensar que los intereses de Trump no vayan en función de las acciones bélicas, si no más bien en el proteccionismo económico. Esto más bien pondría en aprietos a muchas corporaciones no norteamericanas. Y por nuestros lares a muchos de los beneficiarios de los TLC

Con esto no quiero defender a Trump ni ser optimista hacia su gobierno. Sus actitudes hacia los inmigrantes me dan un asco terrible, y de llegar a cumplirse afectaría seriamente a los países centroamericanos cuyas economías se apoyan fuertemente en las remesas de ciudadanos que emigraron a EEUU. Al final todo puede ser tan contradictorio, pero no tan alarmante como para pensar en el inicio de un cataclismo y que esta elección será un parte aguas en la historia de la humanidad. Tal vez si este villano maligno que ha ascendido al poder gracias a la ignorancia de su pueblo, se pone muy loco y pretende hacer algo demasiado importante, no faltará algún justiciero enmascarado que le destroce la cabeza de un balazo. En esto los gringos también tienen una reputada tradición. 

 

sábado, 8 de octubre de 2016

De Cieneguita al Lincoln, de shoppin con AK-47



Durante toda la semana los noticieros que se nutren del negocio de engañar y asustar a los telespectadores, han hecho su agosto hablando de la guerra de pandillas, el  baño de sangre,  las narcomasacres, la tierra de nadie en que se ha convertido la provincia de Limón y en especial la ciudad porteña. Con empeño se ha dedicado a meter en el subconsciente del público, que Limón es un lugar semejante Bagdad en 2003, o a Hanoi en 1970, o a Beirut en 1985, o a Medellín en 1990; con su información amarillista y sus comentarios de conservadores derechosos pedorros, tratan de convencer a la gente que los limonenses son pandilleros, narcos, adictos o sicarios, cuando no peor que todo sindicalistas. Lo peor es que su mensaje permea las mentes de la gente en general, y no es extraño que la gente se asustara cuando uno decía que tenía que ir a Limón por razones de trabajo. Dos veces que fui esta semana, y en ambas ocasiones me dijeron que anduviera con cuidado,  y que pospusiera la gira para no jugármela. 
Pues bien, he aquí que la justicia poética ha caído de la forma más curiosa posible, sobre el terreno de las noticias de sucesos tan sedientas de sangre y tiroteos. La tarde del sábado, fue capturado el líder  de una de las pandillas en guerra, junto a un contingente de pandilleros armados hasta los dientes, paseándose en el Mall Plaza Lincoln, uno de los más exclusivos y caros del país. Resulta imperdible la foto (tomada del medio crhoy.com) donde la policía mantiene a los pandilleros esposados contra la pared de Starbucks a la espera de las perreras.
Sería muy grato que mañana todos los noticieros anunciaran esta noticia y señalaran sin miedo el lugar donde ocurrió la detención, pero es muy poco probable que vayan a poner en el mismo titular el nombre de los peligrosos delincuentes junto al de una de las catedrales del consumismo tico. Que nos quede como moraleja que el problema de la violencia del narcotráfico no es exclusivo de una región específica del país, por lo que no es justo que los medios se caguen en la imagen de un pueblo  por un par de sucesos que allí pasen, cuando los bichos malos se pueden desplazar por todo el país con sus hummer y sus avalanche, además hay que ir más allá y pensar que estas cucarachas hacen lo que hacen al fin y al cabo para tener mucho dinero para ir a gastarlo a los lugares más exclusivos que los medios de comunicación patrocinan. Así es como me gusta que se cierren siempre los círculos. 
En una biblioteca no los habrían encontrado nunca.
http://www.crhoy.com/nacionales/aprehenden-a-6-sujetos-armados-en-mall-de-moravia/

 

lunes, 16 de mayo de 2016

LOS BUENOS LUGARES LOS HACEN LAS BUENAS PERSONAS.


El otro día escuché un podcast con una entrevista al gran violinista libanés español Ara Malikian, donde el músico relataba sus difíciles primeros años como refugiado en un Líbano asolado por la guerra, y como a los 15 años tuvo que emigrar solo a Europa a buscarse un futuro lejos de la guerra pero dejando su familia, amigos y patria atrás. Al recordar a su gente de Líbano, Ara resaltaba el profundo optimismo con que viven, su afabilidad y su esperanza constante en que los días que vienen serán mejores. Para ojos extranjeros resulta curioso que un pueblo tan golpeado por años de guerras, colonizaciones, despojos, siga siendo optimista y espere lo mejor de los días venideros. Cuenta el músico que al llegar a Alemania, lo primero que le llamó la atención fue que toda la gente hacía mala cara y andaba triste y deprimida por las calles. El joven no se explicaba porqué, ahí donde todo estaba bien, la gente era tan pesimista y mientras en su tierra, en medio de bombardeos y ruinas, las sonrisas afloraban más en las caras de las personas. Curiosa anécdota digna de un sesudo desarrollo sociológico al cual ni de cerca me asomaré. Nada más me interesa plantear la cuestión de cuanta fé se puede tener en el animal humano, cuando es evidente cómo todo lo contamina y echa a perder. En lo personal, yo no tengo muchas esperanzas en que la humanidad llegue alguna vez a convivir en paz consigo misma y con el planeta en el que habita. No creo que nada vaya a cambiar para bien, sin que de por medio ocurra un cataclismo físico u espiritual que haga que el ser humano considere su verdadera posición en el universo. Tal vez me falta, y mucho la resilencia (capacidad de los humanos a sobreponerse a situaciones dolorosas o adversas) que presentan los pueblos como el libanés, y en general a los occidentales desmemoriados nos pasa que solo apreciamos lo que tenemos de frente y no lo que ha costado conseguirlo; por tanto mi pesimismo pueda ser hasta algún punto reprochable como poco constructivo. Pero no se hallan fácilmente evidencias de que ¨los buenos lugares los hacen las buenas personas¨ ; más bien es más frecuente ver que ¨eran buenos lugares hasta que llegaron ciertas personas ¨.