Durante toda la semana los noticieros que se nutren del negocio de engañar y asustar a los telespectadores, han hecho su agosto hablando de la guerra de pandillas, el baño de sangre, las narcomasacres, la tierra de nadie en que se ha convertido la provincia de Limón y en especial la ciudad porteña. Con empeño se ha dedicado a meter en el subconsciente del público, que Limón es un lugar semejante Bagdad en 2003, o a Hanoi en 1970, o a Beirut en 1985, o a Medellín en 1990; con su información amarillista y sus comentarios de conservadores derechosos pedorros, tratan de convencer a la gente que los limonenses son pandilleros, narcos, adictos o sicarios, cuando no peor que todo sindicalistas. Lo peor es que su mensaje permea las mentes de la gente en general, y no es extraño que la gente se asustara cuando uno decía que tenía que ir a Limón por razones de trabajo. Dos veces que fui esta semana, y en ambas ocasiones me dijeron que anduviera con cuidado, y que pospusiera la gira para no jugármela.
Pues bien, he aquí que la justicia poética ha caído de la forma más curiosa posible, sobre el terreno de las noticias de sucesos tan sedientas de sangre y tiroteos. La tarde del sábado, fue capturado el líder de una de las pandillas en guerra, junto a un contingente de pandilleros armados hasta los dientes, paseándose en el Mall Plaza Lincoln, uno de los más exclusivos y caros del país. Resulta imperdible la foto (tomada del medio crhoy.com) donde la policía mantiene a los pandilleros esposados contra la pared de Starbucks a la espera de las perreras.
Sería muy grato que mañana todos los noticieros anunciaran esta noticia y señalaran sin miedo el lugar donde ocurrió la detención, pero es muy poco probable que vayan a poner en el mismo titular el nombre de los peligrosos delincuentes junto al de una de las catedrales del consumismo tico. Que nos quede como moraleja que el problema de la violencia del narcotráfico no es exclusivo de una región específica del país, por lo que no es justo que los medios se caguen en la imagen de un pueblo por un par de sucesos que allí pasen, cuando los bichos malos se pueden desplazar por todo el país con sus hummer y sus avalanche, además hay que ir más allá y pensar que estas cucarachas hacen lo que hacen al fin y al cabo para tener mucho dinero para ir a gastarlo a los lugares más exclusivos que los medios de comunicación patrocinan. Así es como me gusta que se cierren siempre los círculos.
En una biblioteca no los habrían encontrado nunca.
http://www.crhoy.com/nacionales/aprehenden-a-6-sujetos-armados-en-mall-de-moravia/
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