lunes, 6 de mayo de 2019

CAMBIO RADICAL I


  

        Nuevamente me planteo la posibilidad del cambio radical en mi existencia. Hace tiempo, creo que desde que cumplí los cuarenta, ya casi cuatro años hace, que considero que estoy estancado y no voy a ninguna parte. Creo que hace bastante me encuentro acomodado en la nube de confort de la seguridad económica, un tanto mediocre y mentirosa, si preguntan, puesto que no me ofrece nada para el futuro y apenas sustenta mis baratos gustos y pocas necesidades. El cambio radical, a mi suponer me dará un objetivo de vida necesario para apartar esa nube que poco a poco se solidifica frente a mí y se convierte en la montaña de la cruda realidad ante la cual como única opción de enfrentamiento que considero es el suicidio. 

            Ahora bien, si estimo que el cambio radical puede ser lo único que salve mi vida o al menos le de un sentido a su final, debería esforzarme en saber hacia donde enfocar dicho cambio para poder ejecutarlo de forma adecuada. Tendré que pensar en todas las vertientes de mi existencia como si se tratara de un río que en su desembocadura al océano se fragmentara en muchos brazos que fraccionan su fuerza original y que en lugar de irrumpir con el gran poderío del caudal imponiendo respeto a la masa de agua superior en volumen que es el mar, más bien llegaría tímida a rozar apenas las arenas de la playa. Es preciso pues, cerrar algunos de estos brazos y unirlos en un caudal principal que reúna la fuerza y esencia del río original y que desborde con energía contra el océano y que este se entere de la fuerza de su nuevo visitante. 

            La anterior metáfora creo que me da una pista sobre la clave principal de la cuestión del objetivo del cambio radical buscado: EL TIEMPO. Aprovechar el tiempo debe ser la consigna. La creatividad no puede esperar, aparece de pronto y si no la capto estando disponible, no la podré utilizar como combustible para la nave que quiero tomar para largarme de una vez de este planeta de mediocridad en el que la falta de huevos me tiene encallado. 

            Ahora la cuestión es la siguiente: ¿Cuáles son los brazos o canales que debo represar para aumentar el caudal principal de mi río? ¿Cuáles naves debo quemar? Creo que ya se cual será la víctima de mi sacrificio personal y el dolor desde ahora me acosa y me asusta.

            Esto me recuerda la historia de Aryuna quien ante la disyuntiva de combatir contra sus parientes y amigos con quienes había tenido felices vivencias, está a punto de dejar su arco y evitar la batalla. Entonces Krisna con la revelación del Bhagavad Guita le insta a luchar para imponer lo correcto, sin consideración a su sufrimiento personal, el costo o la posible recompensa. El cumplimiento del deber moral, le dice, tiene preferencia sobre cualquier otro propósito, ya sea espiritual o material en esta vida. Ante un deber moralmente correcto y principal, se debe sacrificar lo necesario para realizarlo. 

            Espero que no llueva mañana por la madrugada, para salir a dar una vuelta con la bicicleta. Necesito despejar la mente y endurecer el cuerpo.  


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