jueves, 24 de julio de 2025

ADIÓS A UN SÍMBOLO

 

            Era inminente, me refiero a su muerte, no tan inmediata como sucedió, pero ya todo el mundo sabía que tenía años desmoronándose. El mundo entero vio su despedida, un concierto que está pasando a la historia como demostración de que el rock está más vivo que nunca y que nuevas generaciones de músicos lo tomarán como referencia en el futuro para traer música que de verdad valga la pena. En su despedida le vimos interpretar a duras penas con todos sus amigos y admiradores por partes iguales y cerrar con la banda con la que hace más de medio siglo fundaron el heavy metal. Pero todos los que le vimos, le agradecimos y consideramos que pasaba hacia un íntimo y merecido retiro. Como muchos, no esperé que fuera de verdad una despedida definitiva, y una bienvenida a la historia.

 


             En los años ochenta le conocí a través del programa de canal 13  ¨Por los caminos del rock¨, un programa de televisión especializado en transmitir solo heavy metal. Esa ventana al metal en una época en que la música que sonaba más en las radios no pasaba de Michael Jackson o el Pipiribao, era la posibilidad de atisbar a un sonido más acorde con la rebeldía y la inconformidad necesaria para ver cómo era el mundo tras bastidores. Entre muchos otros descubrí a Ozzy. Ese tipo desquiciado con una pinta de maniático peligroso, pero divertido a la vez y con esa música que hacía hervir la sangre dentro de las arterias. Con el tiempo se le siguió apreciando mucho, porque no era una estrella al uso, a pesar de sus excesos con el alcohol y las drogas, y siempre aparecía como un buen tipo, amable y muy divertido. 

 

            Cuando tuve la oportunidad de empezar a tocar la guitarra y junto a mi amigo Dinier fundamos Mamut, las primeras piezas que montamos eran las de la primera etapa de Black Sabbath. Así en su primera etapa, nuestra incipiente banda en los tiempos en que el milenio cambiaba, sonaba con Paranoid, N.I.B, o Electric Funeral; y después cuando ya estábamos más consolidados podíamos tocar de manera aceptable Iron Man y casi todos nuestros chivos terminaban con Paranoid. Cuando hice mi abandonado podcast 70 y Rock, leí e investigué mucho sobre  Black Sabbath y sus integrantes y descubrí muchas cosas sobre los humildísimos orígenes proletarios de los cuatro de Birmingham, y sobre todo de Ozzy. Era un muchacho con problemas de dislexia, por lo que en esa época era tomado como poco más que un tonto y que tenía una muy peculiar forma de conducirse. Gracias a eso Tommy Iomi y Geezer Butler le consideraron lo suficientemente llamativo para ser el cantante de la banda. En alguna entrevista Ozzy mencionaba que si no hubiese sido por la música, habría terminado muerto o en la cárcel y que el rock le funcionó para canalizar su energía vital. Aunque se dejó llevar por los excesos, encontró una mujer que lo pudo controlar y que bien que mal ha sido la creadora del mito en el que se convirtió. Sharon, era la hija de Don Arden, el anterior mánager de los Sabbath y que manejaba sus bandas al estilo de un padrino mafioso. Ella se rebeló contra su padre al enamorarse de Ozzy y usando sus mañas evitó que el cantante desapareciera en el desfiladero de sus vicios. Supo seleccionar a músicos muy talentosos que brindaran un estupendo sonido, acorde al heavy metal ochentero para que funcionara como marco de la voz de su marido para complementar sus limitaciones vocales. Así, puede que no fuera muy atractivo escuchar a Ozzy cantando, pero era un placer completo como sus canciones estaban aderezadas por guitarristas como Randy Rhoades y luego Zakk Wilde. 

 


             Tuve la dicha de escucharlo en persona dos veces. Primero cuando en 2014, vino a Costa Rica  Black Sabbath en su gira de reunión, aunque sin Bill Ward y luego cerrando el festival Hell and Heaven en México en 2018, presentándose en solitario. Me queda muy presente el inicio del concierto de Black Sabbath en el estadio nacional, cuando sonaban las sirenas de bombardeo de War Pigs y justo antes de caer un inmenso telón que ocultaba el escenario se escuchaba la característica risa de Ozzy. Se me pusieron los pelos de punta. En el concierto en México, la presencia de Ozzy era menos contundente, se le veía moverse menos, aunque su voz era igual de potente y abrasadora, pero si que se le notaba que le tomaba más esfuerzo el desplazarse por el escenario. En esta ocasión lo que salvaba el show era ver a Zakk Wilde interpretando, siendo uno de los guitarristas más espectaculares que he logrado ver en vivo. Ese concierto, duró muy poco. No se anunció, pero fue evidente que Ozzy no pudo terminarlo. No regresaron al escenario después de la última pieza, lo cual nunca había visto en un concierto y se tomaría como una descortesía hacia el público, pero creo que todos los que estábamos sobrios en ese espectáculo, comprendimos la situación y a mí personalmente se me hizo un nudo en la garganta al ser testigo de la decadencia de un símbolo de lo que muchos amamos. 

 


            Y con esto quiero terminar. En mi caso y creo que en el de la mayoría de los metaleros la muerte de Ozzy es equivalente a la desaparición física de un profeta. De un mito, más que de un humano lleno de problemas y contradicciones como cualquier otro. Es el pase a la eternidad de una leyenda. De alguien cuya imagen y creatividad contribuyó a formar lo que ahora somos y lo que ahora queremos y que forma parte de nuestras vidas. Su muerte ha sido conmovedora, porque nos hizo testigos de la historia.

De esa historia que se diluye en los océanos de información en los que nos intenta ahogar el sistema capitalista de dominación mental, de la historia más importante de la que debemos conocer y apreciar para seguir construyéndonos como comunidad.

De nuestra historia. 


 * Todas las fotos de esta nota las tomé yo mismo en el concierto en México en 2018.

lunes, 7 de julio de 2025

7 de julio de 1975

 

 

            Un par de semanas han transcurrido, desde que tuve el más impactante choque de proporción temporal que a continuación te voy a narrar. Hacía un par de compras en el MaxiPalí de Paraíso y logré conseguir una caja en la que solo había una persona que terminaba de vaciar su carrito, no muy lleno, frente al cajero. Vi esto como una de las pocas pequeñas victorias patéticas con las que tenemos que conformarnos los que seguimos atrapados en el sistema capitalista de esta nación que pretende creer que desarrollo es usar las cajas automáticas del supermercado. Al menos, pensé, sería atendido por un ser humano que representa la clase trabajadora y que obtiene un salario a partir de su labor, aunque sea considerado un ¨costo¨ más, que un elemento vital por parte del monstruo al que iba a dejar parte de mis inexistentes ingresos. El cajero en cuestión era un muchacho que no creo que llegara a los veinticinco años y vestía de manera desafiante, bajo el chaleco verde con el color del supermercado, una camiseta con la efigie de Kurt Cobain bajo el logo clásico de Nirvana. Pagué y le agradecí felicitándole por su estupenda camiseta, el chico orgulloso y sonriente me saludó con un ¨Pura vida¨ y siguió con el carrito de la siguiente víctima.

 

            Yo me alejé pensando en lo bueno de que a gente de la nueva generación le gustara la música de Nirvana. Soy consciente de que en estos tiempos existen bandas y músicos muy buenos, pero seamos sinceros: no es lo que se escucha en las radios ni lo que suena bastante alrededor. Cuando Nirvana sonaba, sonaba de verdad, fue una presencia musical popular y que a muchos les abrió los ojos para pensar que el rock no había muerto y acceder como sucede mucho, a otras vertientes musicales más valiosas que lo que los medios brindaban. No era mi caso, puesto que yo era bastante metalero cuando descubrí Nirvana y el grunge, pero fue un género que viví en mi adolescencia con plena identificación y pertenencia. De pronto caí en cuenta que el año pasado se cumplieron treinta años de que Kurt Cobain se voló la tapa de los sesos. ¨El chamaco de la camiseta ni siquiera había nacido¨ pensé, para él, usar esa camiseta era el equivalente a que yo a su edad, usara una camiseta de The Beatles o The Who. Porque yo, cuando tenía veinte años, y se estrenaba la más reciente figura del club de los veintisiete, habían transcurrido treinta años desde que esas dos bandas apenas habían grabado sus primeras producciones. El rock era una ola que empezaba a inundar el mundo, y el heavy metal ni siquiera existía.

 

            Esto es a lo que antes me refería cuando te decía que era el IMPACTANTE CHOQUE DE REALIDAD TEMPORAL. Y ojo a lo grave de esto: ¨La misma cantidad de tiempo que hay entre hoy y el punto cumbre del movimiento grunge de los noventa, es la que existe entre cuando yo tenía veinte años y el tiempo en que las bandas británicas como los Rolling Stones, The Who y los Beatles invadían el mercado gringo en la llamada invasión británica.¨ Estas proporcionalidades temporales son las que a veces me hacen consciente de mi antigüedad. Por lo menos me remito a estas elucubraciones históricas más que a mi rodilla derecha o a la escasez capilar.

 

Cuando Nirvana se fue al carajo por el montón de complejos, adicciones y enfermedades mentales de su cantante, combinados con una escopeta calibre 12, el rock moderno cumplía tal vez unos años treinta años y las emisoras de música vieja sonaban con discos de producciones anteriores a 1985. Los que nacieron ese año, este año cumplen cuarenta y cuando nacieron, se cumplían cuarenta años del término de la Segunda Guerra Mundial. Otra proporción un tanto aterradora para los que este año se convierten en cuarentones o en señoras de las cuatro décadas. Pero para ese año, yo ya cumplía diez porque nací treinta años después de que el glorioso Ejército Rojo aplastara a los malditos nazis y evitaba que estuviéramos más explotados de lo que ya estamos. Por tanto, este 2025 llego a la significativa, atemorizante y extraña edad de cincuenta años.

 

Si has leído hasta aquí, muy probablemente seas bastante contemporáneo a mí y espero que te estés divirtiendo con estas reflexiones. Puede que también alguien que considere a Nirvana como música vieja, haya llegado a estas más de setecientas palabras y se esté divirtiendo con la forma en que los viejos pensamos. Por eso quiero agradecer tu constancia y tu selecto gusto en las lecturas, en estos tiempos en que la mayor parte de la gente no lee nada que tenga más de dos líneas, ni mira más de veinte segundos de un video, a pesar de que pasan el noventa por ciento del tiempo pegados a la pantallita en su mano. Estaba por escribir que lo más raro de todo es que no me percibo como un viejo, aunque ahora que lo pienso lo que escribí en la anterior oración, es una queja velada de un viejo. Entonces, lo acepto, soy un viejo de cincuenta años a partir de hoy. No cambiaré mi actitud, puesto que soy consciente de que tengo muchas actitudes de viejo y ya no tengo porqué cambiarlas.

 

Siempre me ha gustado la historia, y ahora que lo veo ya puedo considerar que soy testigo de ella. Pienso que ese es un regalo que obtenemos como recompensa a haber sobrevivido un año más. Si ponemos atención hemos sido testigos de muchas cosas que han cambiado el mundo, si somos conscientes podemos apreciar las variaciones del clima, si comparamos las condiciones podemos ser de verdad críticos con lo que nos está sucediendo ahora y determinar cómo cambiar las cosas. La memoria y la inteligencia aplicadas pueden ser nuestra mayor fortaleza cuando las décadas van pasando sobre nosotros y las luces de emergencia de nuestra nave vital empiezan a encenderse con frecuencia cada vez más alarmante.

 

Cuando yo nací mi tata tenía veinticinco años, cuando él nació ya había pasado un año desde la Revolución del 48. Cuando él llegó a la edad que yo ahora alcanzo, yo tenía esos mismos veinticinco y el siglo y el milenio cambiaban. Él era Técnico en transmisión del ICE y orgulloso me contaba como trabajaba en los enlaces para que la nueva tecnología de telefonía celular pudiera cubrir la mayor parte del Valle Central y las cabeceras de cantón, yo estaba a cargo de construcciones como ingeniero de obra recién salido del Tec y empezaba a ser parte de la fuerza laboral de un nuevo siglo que vendría como planadora capitalista sobre la nueva generación. Hace casi un año que él ya no está, y yo estoy aquí a las cuatro de la mañana escribiendo sobre lo inútil que puede ser convertirse en testigo de la historia, sin documentarla o sin pensar de forma crítica sobre ella. Pero me doy cuenta que la historia más importante es la que he vivido comentándola con él y con la gente que me rodea, además de la que viví a través de su memoria, de las cosas de antes de que yo naciera y que él me contó. Tengo muy presente anécdotas de su abuela Adela como si yo la hubiera conocido a pesar de que murió años antes de que yo naciera. Así es como a estas alturas del cerro que todos escalamos y que nos llevará solo a un lugar, me doy cuenta de que ser testigo de la historia es comunicarse con nuestra gente, colaborar, darnos cuenta de que somos parte de un todo. Hilos del mismo tejido como decían nuestros antepasados originarios de estas tierras que comprendían mucho mejor las cosas porque el tiempo no les preocupaba tanto.

lunes, 2 de junio de 2025

PARA UN APRENDIZ DE DICTADORZUELO

 

 


Señor funcionario, usted es un apenas un pelele parte del peor gobierno de la historia del país. Sus capacidades de lamescrotos le han agenciado una oficina bonita y un salario muy superior a lo que merece, en el AyA, una institución estratégica para el país en la que debería estar manejando y planificando el recurso más valioso que tenemos. Pero más bien se limita a imitar al arrogante pico de carraco que lo puso ahí y pretende comportarse como un dictadorzuelo de oficina. 

 

Sepa muy bien que está cometiendo un error gravísimo al amenazar a una población con quitarle el recurso vital del agua. ¿Será que lo están asesorando sionistas israelíes y pretende tratar al pueblo de Paraíso como aquellos miserables genocidas tratan al pueblo palestino? 

 

Me pregunto esto porque eso es lo que parece estar haciendo: los genocidas sionistas quitan el agua y la comida a Gaza y le echan la culpa a Hamás, y usted amenaza a los paraiseños con quitarle el agua y le echa la culpa a la municipalidad. El paralelismo es inquietante, y sepa que no nos extrañaría que usted ande de cerca de sus colegas que pretenden establecer un tratado de libre comercio con los genocidas. Porque a todas luces la línea de acción de la fauna en el poder se muestra muy cómoda con ejercicios fascistas como los de iSSrael y de bukele en El Salvador, todo parte del tsunami demagógico que usan para ocultar su incompetencia.

 

Tenga cuidado amiguito, si quiere jugar a ser fascista, acuérdese como terminó Mussolini colgando patas arriba de la estructura de una gasolinera en Milán, hace 80 años. Use su puesto para negociar, no para chantajear. Como dijo cierto pendejo hace poco: ¨no le jale el rabo a la chancha¨ y los paraiseños le agregamos: ¨porque va a quedar cagado¨.

jueves, 15 de mayo de 2025

ChavespectáCULOS

 

El actual ha sido el gobierno más nefasto de los últimos años.

 

Primero, fue elegido por una mayoría mínima que deseaba evitar otro gobierno del pln, o sea por descarte. La imagen del candidato liberacionista era tan polémica que la población prefirió elegir el nuevo por conocer que el viejo conocido. El experimento salió caro, un verdadero salto al vacío, como la polémica alrededor de la agresiva publicidad de la segunda ronda, que desató tanta amargura entre la gente sensible. Pero esa era la situación de la segunda ronda: se nos puso la opción de escoger entre dos inútiles, neoliberales, uno con un reconocido y experimentado equipo detrás (reconocido vendepatrias y experimentado en corrupción) y otro que ni tenía equipo y lo apoyaban oscurísimos millonarios de esos que no se sabe de dónde sacaron la plata.

 


 

Luego, desde el inicio, la nave hizo aguas y rompió récords en renuncias o sustituciones de ministros y jerarcas. Algo apestoso empezaba a flotar en el nuevo ejecutivo. Los puestos del equipo de gobierno se empezaron a caracterizar por ser personajes novatos que no habían estado en otros gobiernos, y que podrían ser profesionales aptos para ejecutar un cambio necesario en muchos campos. Pero los que así eran, pronto salieron despavoridos por sus propios medios o fueron echados por el jefe que los llamó al ver que no se doblegaban como borregos a su voluntad. Varios puestos significativos fueron ocupados por personajes completamente bizarros colocados para pagar promesas de campaña, tal es el caso de la primera ministra de salud, impresentable personaje con teorías sobre la salud y la protección humana más cercanos al terraplanismo que a la ciencia y con apariciones públicas que la convirtieron más en personaje de memes que en reconocida jerarca.

 


 

Después fue notoria la improvisación, incapacidad y la llana estupidez de muchos miembros del equipo al tomar decisiones. La altanería y la soberbia del presidente, fueron la tónica conductual de ministros hacia sus respectivos equipos, lo que degeneró en casos tan hilarantes como un jerarca de hacienda, denunciando en la Asamblea Legislativa un mega fraude hacendario, y admitiendo que se basaba en un TikTok. O una ministra de Educación con parafernalia de pitonisa que por todo lado hablaba de la ruta de la Educación, que solo estaba en su congestionada, alrevesada y  distorsionada mente. Todo esto, grave al fin y al cabo porque se trata de echar a andar un país, no un stand up comedy, sería apenas anecdótico con lo que vendría a continuación.

 

 

Empezó a notarse la corrupción en todos los ámbitos. Se denunció y demostró una estructura paralela de financiamiento ilegal en la campaña política y al mismo tiempo, se desató una ola de violencia pandillera entre narcotraficantes que ya habían abarcado todo el país. Ambas circunstancias de corrupción en diferentes niveles socioeconómicos, para un país tan pequeño, hizo que más de uno y una levantara la ceja con preocupación. La violencia ha cobrado más vidas los años del presente gobierno que nunca antes y los casos de  corrupción que han venido apareciendo son tan frecuentes que es difícil no asociar una cosa con la otra, aunque sea de manera circunstancial a nivel país. Como muestra dos  botones: en la intervención telefónica de un investigado por narcotráfico, se escucha como se refiere al presidente como ¨papá Chaves¨; y luego un recién nombrado jerarca del Inder tuvo que ser removido porque había sido encausado por narcotráfico.

 


 

Luego, alarmados notamos la falta de diplomacia, inteligencia emocional y agresividad injustificada del presidente: el primer ciudadano se comportaba como un patán de cantina. Al no tener soluciones que aportar, o respuestas que dar, el presidente ataca a la prensa que le cuestiona y a la oposición que le denuncia. Sus ataques tienen la altura intelectual de un adolescente (de un bully que lleva varios años repitiendo, para ser más exacto) y como un boomerang cuando los lanza, siempre regresan a él, aunque el pobre diablo ni se entera de donde viene el golpe. Se apoya en un grupito de ciudadanos con muy baja autoestima y muy alta adicción a películas de Hollywood, que le sigue como si fuera una mezcla entre profeta hebreo y gamonal de pueblo. Sus seguidores desean ser azotados por un padre autoritario, de esos que tenían a su esposa apaleada dentro de la casa cocinando la comida y creen que todo se soluciona con cárcel y trabajo. Han visto todas las tortas que se ha jalado el gobierno, pero su ego en redes sociales  es tan sensible que pretenden seguir creyendo que la luna es de queso, aunque le caigan asteroides en la cabeza. No saben ni inventarse algún logro imaginario del presidente, porque ni imaginación tienen, pero siguiendo el ejemplo de su líder, sacan pecho y se sueltan a decir vulgaridades hasta que no les da el resuello. Yo solo me pregunto, ¿qué harán o qué dirán cuando el día antes de perder la inmunidad, el presidente salga como el correcaminos pero en avión huyendo a Europa y les deje con un palmo de narices?

 


 

jueves, 26 de diciembre de 2024

El cANAL de Trump

 


            Otra vez estamos en las garras del gran payaso naranja de manos diminutas y ego inversamente proporcional a su consciencia moral. Ahora parece que viene con algo más que sangre en el ojo, ahora desea aplicar su forma de vida, haciendo lo que le da la gana, a su nueva y disparatada administración. Lo hará, de eso no tengamos duda alguna, porque está convencido de que poco más de media nación le apoya y ve en él algo así como un profeta más que un líder. Los gringos promedio, lo ven como el salvador del american way of life, si es que alguna vez existió algo así fuera de los programas de televisión y las películas de los años cincuenta. Pero esto es lo que los medios han implantado en millones de precarios cerebros dentro de la nación y en los paisecitos satélites como el nuestro. 

 

 

            Sin llegar aún a poner un pie en la casa blanca que hace doscientos años construyeron esclavos negros, ya empezó su acostumbrado acoso a Latinoamérica. Primero amenazando a México con subir aranceles de forma arbitraria, a pesar de los tratados que otras bestias de su calaña se empeñaron en firmar. Esto como medida de presión para obligar a los mexicanos a detener la oleada migratoria de refugiados víctimas de las mismas sanciones económicas que los yanquis han impuesto directa o indirectamente en sus países de origen. La presidenta mexicana de forma muy respetuosa pero firme, le indicó que esa acción, de ser aplicada,  terminaría perjudicando más al imperio gringo que a la nación mexicana. Por cierto: que envidia tener a una persona como ella representando a la nación, aquí lo que tenemos no nos representaría dignamente ni en el mundial de eructos de cantina.

 

            Después de esta disrupción y su contundente respuesta a la que el espernible magnate naranja no replicó, más bien soltó su siguiente excremento intelectual señalando que el imperio gringo debería recuperar el canal de Panamá. El pronunciamiento del presidente panameño, tampoco se hizo de esperar. Una amenaza a la seguridad y la soberanía del país ha encendido alarmas aún más que por lo que dijo que haría con México. Sobre esto me referiré a continuación.

 


            Quiero que te plantees lo siguiente:

 

Año 2025, diciembre. Durante la madrugada, drones provenientes desde el océano Pacífico, arrasan los barrios marginales de ciudad de Panamá. Acorazados bloquean el canal desde el Caribe y torpedean un par de buques mercantes chinos. Tropas desembarcan en la zona del canal, sometiendo a las autoridades panameñas y administrativas del canal. En una semana, el canal vuelve a funcionar esta vez en manos de los militares gringos. El presidente ha huido a Brasil y es nombrado en su lugar el presidente del congreso, obviamente con la venia del embajador norteamericano que probablemente le pasó varios millones a una cuenta en un paraíso fiscal que los gringos dejaron intacto. Reportes oficiales indican doscientas bajas panameñas en el conflicto, en su mayoría policías y soldados, pero se sabe y existen en la red imágenes y videos de donde se puede asumir que la cifra de víctimas, en su mayoría de población civil, cuenta por miles. Muchos, muchos niños panameños muertos bajo los escombros de barrios marginales bombardeados por drones y bombas de racimo.  

 

            Ahora te pregunto:

 

            ¿Qué crees que va a hacer el resto del mundo ante esta situación?

 

            Los yanquis prometen una imparcialidad administrativa en ¨su canal¨, hasta China lo podrá utilizar, dice el gran payaso naranja. Pero con las tarifas establecidas por ellos, eso sí.  ¿Cuántos países se opondrán? ¿Se exigirá una compensación por los daños y una eventual devolución del canal?

 

            Te hago otra pregunta:

 

            ¿Qué está haciendo el mundo por detener el genocidio que issrael está cometiendo contra el pueblo de Palestina, luego contra el de Líbano y ahora contra el de Siria?

 

            ¡Ni mierda! ¿verdad?

            Entonces, atemos cabos. El genocidio que el estado colonialista, fascista y genocida de Israel está cometiendo, al fin y al cabo, es un ensayo que el capital está realizando para comprobar la nula respuesta de la humanidad ante la brutalidad ejercida contra inocentes. El horror que  provocan los sionistas en Palestina, puede ser el primero de muchos horrores futuros a los que el capitalismo está dispuesto a cometer para no perder su hegemonía y seguir el patrón establecido de clases poderosas adueñándose de la riqueza del mundo.

 

            Si no te has enterado que la humanidad está al borde de la catástrofe.

            Si no te parece inconcebible que esté ocurriendo una masacre de miles de inocentes en Palestina, por parte de un estado invasor que se vende como elegido de dios en pleno siglo XXI.

            Si crees que el sueño americano es prosperidad y trabajo para todos en lugar de desigualdad y fentanilo para las mayorías.

            Si consideras que Estados Unidos es América.

            Si crees que Donald Trump representa y protegerá a la clase trabajadora gringa.

            Si piensas que el capitalismo es la única opción viable.

            Si te masturbas cuando miras una bandera yanqui o una israelí.

            Si vas a miami cada fin de año, o mejor aún si alguna vez fuiste inmigrante allá y ahora te jactas de tu mal inglés y tu peor español.

            Si crees que todo lo que la escoria ultraderechista dice, desde Laje a Fabricio, está en lo correcto y es lo que se debe tomar como senda para el futuro.

 

            Si todo esto te sucede, no entiendo cómo lograste leer hasta aquí. Si todo lo que indiqué te calza como grillete al tobillo, es probable que estarás muy orgulloso cuando le trabajes a una empresa gringa que te trate como esclavo prescindible y sin derechos.

 

            ¿O ya te sucede?

 


https://esrt.site/actualidad/535091-trump-panama-estafa-eeuu-canal

https://actualidad.rt.com/actualidad/534705-amenaza-trump-canal-panama

https://esrt.site/actualidad/534908-republicana-ejecutar-publico-ilegales-violen-maten-estadounidenses

 

sábado, 30 de noviembre de 2024

ÉXITO: LA PALABRA CLAVE

 

 

            Damas y caballeros, bienvenidos a una función más del circo tico, donde van a reír y van a llorar, como todo en tiquicia: por partes desiguales. Tengan en cuentan que la palabra clave para esta noche es ÉXITO.

 

            Hubo un tiempo en el que la noción de éxito era desconocida, mucho más cuando se hablaba de un individuo. Se hablaba entonces de supervivencia, y esta estaba en clave de la supervivencia de la comunidad. El pueblo que sobrevivía a una guerra, a una hambruna, a un tsunami o a una evangelización europea y podía darse el lujo de existir una o varias generaciones más, se consideraba dichoso y no tenía más que pedirle a sus dioses. Para ellos era suficiente. Cuando llegó el capitalismo, la noción de supervivencia dejó de centrarse en pueblos, familias, castas o iglesias y pasó a concentrarse en clases. En clases explotadoras que debían perpetuar su posición y de paso, más importante aún, la continuación de clases explotadas para conservar las utilidades a partir de las ganancias de la mano de obra, fuera esta no remunerada, cómo lo eran los esclavos o mal remunerada, como lo eran los esclavos a los que les pagaban una porquería. La desaparición de la esclavitud, fue un golpe muy fuerte para las clases explotadoras, quienes con la ayuda de las religiones y plutocracias (o como ellos les llamaban: nuestras convenientes  democracias), evitaron que las clases explotadas se enteraran de algunas cosas y corrieran a degollarles. Hasta aquí, las clases explotadoras ya se habían asegurado su supervivencia, por muchas generaciones de niños ricos para el futuro. Aquí fue donde esas nuevas generaciones de niñatos con cuchara de plata en la boca, se empezaron a llamar a sí mismos hombres de éxito (entonces, las mujeres aunque vinieran de buena familia, no se les consideraba mujeres de éxito, lo más cercano a esto era cuando las emparejaban con algún cuchi cuchi con probabilidades de buena herencia).

 


            Ya por esos tiempos, las clases explotadas, estaban un tanto cansadas de sobrevivir y reproducirse para que los ricos tuvieran éxito a partir de sus crías, ignorantes y enfermas. Entonces se enteraron de que en la unión está la fuerza y en unos cuantos meses de rebelión, se llevaron a una de las familias más poderosas de Europa a un sótano, los pusieron a dormir y se apropiaron de los medios de producción del país entero, demostrando que la clase trabajadora no solo podía sobrevivir, como a duras penas hacía años, venían haciendo; si no que podía tener éxito como una nación soberana e igualitaria. Cómo es de suponer, las clases dominantes y explotadoras de los demás países padecieron amargos episodios de insomnio y colitis crónica temiendo que su éxito empezaba a agotarse. A partir de esto, el miedo de los burgueses les provocó una grave diarrea a cuya deposición se le llamó fascismo. Este fascismo era un movimiento de explotadores que a su vez asustaba y engañaba a los explotados y les ofrecía la solución de sus principales problemas a través de la devoción y la obediencia ciega a un individuo de éxito, que les decía justo lo que querían escuchar. Los explotadores habían encontrado la clave para el éxito de su clase y poder evitar que los explotados, les nivelaran con sus machetes. Esta clave era darle a los explotados la ilusión del éxito, más allá de la supervivencia. Este éxito, reemplazaría poco a poco la antigua ilusión que les venían ofreciendo diversas religiones, de la redención y la vida eterna venturosa, después de una vida humana desgraciada. El hombre moderno de la clase trabajadora, poco a poco venía abriendo los ojos y recordaba que la única verdad que hasta ahora le había salvado, era la unión de los suyos, como le llamaron: la consciencia de clase. Así, para derrotarlo, los explotadores del capital, retomaron la antiquísima fórmula del divide y vencerás. 

 

 

            Tal vez en el futuro, los arqueólogos extraterrestres determinarían que el animal humano se creyó inteligente, por confiar en su mente y no en su instinto como el resto de las bestias. Por eso su comportamiento es el de una plaga y pronto su propia inteligencia le costó su extinción. Si hubiese considerado a su instinto, buscaría sobrevivir y para sobrevivir se habría asociado con sus semejantes en cooperación y podría haber gestionado mejor su futuro. Pero al desechar el instinto, y bloquearlo con la mente, creyó que podía competir con sus semejantes y llegar a tener éxito. El éxito prometido le asignaría un lugar en la cumbre junto a aquellos que admiraba y que deseaba imitar. Aquellos que le decían que se esforzara y trabajara más horas. Aquellos que le chupaban la sangre y los años a él y a sus hijos. El animal humano, decayó y desapareció al final, por su deseo de éxito: la última ilusión para aquellos pobres seres enjaulados en su vanidad. Pero no nos adelantemos, aún no se extingue este lamentable primate. Vamos a examinarlo en este pequeño laboratorio psicótico y narcisista que algunos llaman Tiquicia. 

 

 

            Una congresista de la bancada oficialista, le reprocha a otra, de oposición,  que si ella con el salario de diputada y la carrera de economista, no vive en un condominio de lujo, es porque es una fracasada. En otras palabras, que no tiene éxito, porque al tener acceso al dinero no hace lo posible para subir el escalafón y pasar a vivir la vida de la clase explotadora. No aprovecha la oportunidad fortuita de haber llegado al congreso para tener éxito en la vida. En seguida el gobierno que padecemos hace uso de la principal herramienta política, su más importante músculo, su varita mágica, que no es ni la sagacidad, ni la inteligencia ni mucho menos su capacidad negociadora, si no el manejo de los altavoces en redes para convocar orates y malinformados. Amplifica la discusión y centra el mensaje de la diputada oficialista como un anuncio de que la congresista que le dijo clasista, es como todos los ¨zurdos¨ un mal administrador del dinero y un dependiente del salario público. Pronto la legión de zoquetes, se tragan el mensaje y consideran que todo lo relativo al pensamiento opuesto al de éxito personal transformado en lujos y confort, es repelente y nocivo para el buen funcionamiento del país. Punto para la clase explotadora: cientos o miles de nuevos y viejos pelmazos, aplauden el zapato de diseñador italiano que les aplasta a ellos y a sus hijos y a los hijos de sus hijos. 

 

 

            El tarado de clase trabajadora, que engatusado, sigue tras la idea de su éxito individual en la competencia de ratones en la que sus amos le tienen metido, sigue siendo el producto más efectivo de los explotadores. De aquellos que te piden que trabajés más horas por semana, a pesar de que no te han aumentado el salario ni pagado horas extras desde hace cuatro años. De aquellos que mantienen en planilla  a funcionarios del ministerio del ambiente para arrasar con los bosques del Caribe Sur y llenarlo de residenciales cerrados como los de Guanacaste para erradicar a sus pobladores y gentrificar la zona. De los que procuran que las universidades públicas desaparezcan para aumentar el mercado de la educación privada que a futuro formará profesionales esclavos que trabajen obligados para pagar sus deudas. De los que se hacen de la vista gorda de los negocios de las mafias criminales, que pagaron sus campañas políticas y establecen récords de asesinatos en el país. De los que promueven leyes que aplasten a los pequeños productores agropecuarios para favorecer a los importadores que se hacen ricos a costa de nuestros alimentos y nos convierten en dependientes de los productos internacionales. De los que son amigos de un gobierno, que al otro lado del mundo comete un genocidio impune porque extermina gente pobre y de otro color de piel. De los que pasan diciendo que tal o cual política debe aprobarse para que vengan empresas del extranjero a dar trabajos, cuando aplasta al pequeño empresario nacional. De esta escoria que cree que todos los costarricenses somos ticos mansiticos, porque, como el ministro mequetrefe, creemos en todo lo que aparece en Tik Tok. 

 

            Por esto querido amigo, date cuenta que el éxito con el que te tientan es tan real y verdadero, como las ganas que tienen Pilar Cisneros o Rodrigo Chaves  de tenerte a vos y a tu familia , de vecinos en su condominio de lujo.           

 


Ps. un concepto rápido
 

viernes, 15 de noviembre de 2024

EL ADHESIVO CULTURAL O LA PEGA CULTURAL

 


                        En las guerras los verdaderos héroes son los que logran salvar su vida o las de otros, sean quienes sean: sus compañeros, población civil, aún hasta enemigos. Si logra salvar su propia vida y sobrevivir al predicamento en el que las clases dominantes le han metido, cualquier soldado se puede considerar un héroe. Allá luego, tendrá que lidiar con la bayoneta de la consciencia contra las costillas, dependiendo de los actos que haya cometido, por orden o por voluntad en el frente. 

 

            El soldado ruso Zakaria Alíyev defendió su posición de la artillería y ataques de drones de las fuerzas ucranianas, sobreviviendo a punta de comer cebollas y tomar agua que le enviaban sus camaradas mediante drones. Después de tres semanas, se pudo liberar un vado a través del cual pudo correr evitando las minas,  guiado por un dron para llegar a las trincheras rusas. Comentando la noticia con mi amigo Guido Hernández, que vivió en la Unión Soviética durante los años 70, me contó que hay una frase que los rusos aprenden desde niños y que dice: ¨Los rusos no nos rendimos¨. 

 

            Una frase así es parte de la identidad cultural de un pueblo. La identidad cultural es el adhesivo que une a un pueblo frente a las adversidades y les representa ante el resto del mundo. Sobre esto te comparto una anécdota del camarada Stalin: 

 


Durante la guerra uno de sus hijos era soldado y cayó prisionero de los alemanes. Cuando los nazis se enteraron de su identidad, propusieron a Stalin intercambiarlo por el mariscal Paulus, que era prisionero de los rusos tras la batalla de Stalingrado.

 

La respuesta de Stalin fue: 

 

—Yo no intercambio un mariscal por un simple teniente.

 

Tiempo después el muchacho fue muerto después de intentar escapar del campo de concentración donde lo tenían. A raíz de esto para los occidentales, Stalin era un monstruoso déspota que despreciaba aún la vida de su propio hijo. Pero para los soviéticos,  él era el padre de todos los rusos que en ese momento tuvo que tomar la decisión más dura de su vida. Esto le ganó el respeto de todos los soviéticos. Los veteranos cuentan que cuando avanzaban al ataque contra Berlín, todos los soldados gritaban: ¨¡Por la Patria, por Stalin!¨. Desde Stalin, hasta el soldado Alíyev, siempre tuvieron incrustada en la  mente aquella frase de que: ¨Los rusos no nos rendimos¨.

 

Podríamos decir que la frase más aproximada que nos da identidad cultural a los costarricenses, debería ser una más pacífica. Me inclino a considerar que esta frase es: ¨Pura vida¨. Menos directa que la de los rusos, mucho más pacifista y humanitaria, pero a la vez tan prostituida a través de un entorno cada vez más utilitario y superficial, puede que a estas alturas ya esté vacía de contenido y se haya convertido en lugar de un sello de identidad cultural, en un logo comercial del tico. 

 

Así, creo que si ayer la selección nacional le hubiera ganado a la de Panamá, miles de ticos vitorearían gritando: ¨¡Por la patria, por Bukele!¨.

 

 

La noticia del soldado ruso