lunes, 7 de julio de 2025

7 de julio de 1975

 

 

            Un par de semanas han transcurrido, desde que tuve el más impactante choque de proporción temporal que a continuación te voy a narrar. Hacía un par de compras en el MaxiPalí de Paraíso y logré conseguir una caja en la que solo había una persona que terminaba de vaciar su carrito, no muy lleno, frente al cajero. Vi esto como una de las pocas pequeñas victorias patéticas con las que tenemos que conformarnos los que seguimos atrapados en el sistema capitalista de esta nación que pretende creer que desarrollo es usar las cajas automáticas del supermercado. Al menos, pensé, sería atendido por un ser humano que representa la clase trabajadora y que obtiene un salario a partir de su labor, aunque sea considerado un ¨costo¨ más, que un elemento vital por parte del monstruo al que iba a dejar parte de mis inexistentes ingresos. El cajero en cuestión era un muchacho que no creo que llegara a los veinticinco años y vestía de manera desafiante, bajo el chaleco verde con el color del supermercado, una camiseta con la efigie de Kurt Cobain bajo el logo clásico de Nirvana. Pagué y le agradecí felicitándole por su estupenda camiseta, el chico orgulloso y sonriente me saludó con un ¨Pura vida¨ y siguió con el carrito de la siguiente víctima.

 

            Yo me alejé pensando en lo bueno de que a gente de la nueva generación le gustara la música de Nirvana. Soy consciente de que en estos tiempos existen bandas y músicos muy buenos, pero seamos sinceros: no es lo que se escucha en las radios ni lo que suena bastante alrededor. Cuando Nirvana sonaba, sonaba de verdad, fue una presencia musical popular y que a muchos les abrió los ojos para pensar que el rock no había muerto y acceder como sucede mucho, a otras vertientes musicales más valiosas que lo que los medios brindaban. No era mi caso, puesto que yo era bastante metalero cuando descubrí Nirvana y el grunge, pero fue un género que viví en mi adolescencia con plena identificación y pertenencia. De pronto caí en cuenta que el año pasado se cumplieron treinta años de que Kurt Cobain se voló la tapa de los sesos. ¨El chamaco de la camiseta ni siquiera había nacido¨ pensé, para él, usar esa camiseta era el equivalente a que yo a su edad, usara una camiseta de The Beatles o The Who. Porque yo, cuando tenía veinte años, y se estrenaba la más reciente figura del club de los veintisiete, habían transcurrido treinta años desde que esas dos bandas apenas habían grabado sus primeras producciones. El rock era una ola que empezaba a inundar el mundo, y el heavy metal ni siquiera existía.

 

            Esto es a lo que antes me refería cuando te decía que era el IMPACTANTE CHOQUE DE REALIDAD TEMPORAL. Y ojo a lo grave de esto: ¨La misma cantidad de tiempo que hay entre hoy y el punto cumbre del movimiento grunge de los noventa, es la que existe entre cuando yo tenía veinte años y el tiempo en que las bandas británicas como los Rolling Stones, The Who y los Beatles invadían el mercado gringo en la llamada invasión británica.¨ Estas proporcionalidades temporales son las que a veces me hacen consciente de mi antigüedad. Por lo menos me remito a estas elucubraciones históricas más que a mi rodilla derecha o a la escasez capilar.

 

Cuando Nirvana se fue al carajo por el montón de complejos, adicciones y enfermedades mentales de su cantante, combinados con una escopeta calibre 12, el rock moderno cumplía tal vez unos años treinta años y las emisoras de música vieja sonaban con discos de producciones anteriores a 1985. Los que nacieron ese año, este año cumplen cuarenta y cuando nacieron, se cumplían cuarenta años del término de la Segunda Guerra Mundial. Otra proporción un tanto aterradora para los que este año se convierten en cuarentones o en señoras de las cuatro décadas. Pero para ese año, yo ya cumplía diez porque nací treinta años después de que el glorioso Ejército Rojo aplastara a los malditos nazis y evitaba que estuviéramos más explotados de lo que ya estamos. Por tanto, este 2025 llego a la significativa, atemorizante y extraña edad de cincuenta años.

 

Si has leído hasta aquí, muy probablemente seas bastante contemporáneo a mí y espero que te estés divirtiendo con estas reflexiones. Puede que también alguien que considere a Nirvana como música vieja, haya llegado a estas más de setecientas palabras y se esté divirtiendo con la forma en que los viejos pensamos. Por eso quiero agradecer tu constancia y tu selecto gusto en las lecturas, en estos tiempos en que la mayor parte de la gente no lee nada que tenga más de dos líneas, ni mira más de veinte segundos de un video, a pesar de que pasan el noventa por ciento del tiempo pegados a la pantallita en su mano. Estaba por escribir que lo más raro de todo es que no me percibo como un viejo, aunque ahora que lo pienso lo que escribí en la anterior oración, es una queja velada de un viejo. Entonces, lo acepto, soy un viejo de cincuenta años a partir de hoy. No cambiaré mi actitud, puesto que soy consciente de que tengo muchas actitudes de viejo y ya no tengo porqué cambiarlas.

 

Siempre me ha gustado la historia, y ahora que lo veo ya puedo considerar que soy testigo de ella. Pienso que ese es un regalo que obtenemos como recompensa a haber sobrevivido un año más. Si ponemos atención hemos sido testigos de muchas cosas que han cambiado el mundo, si somos conscientes podemos apreciar las variaciones del clima, si comparamos las condiciones podemos ser de verdad críticos con lo que nos está sucediendo ahora y determinar cómo cambiar las cosas. La memoria y la inteligencia aplicadas pueden ser nuestra mayor fortaleza cuando las décadas van pasando sobre nosotros y las luces de emergencia de nuestra nave vital empiezan a encenderse con frecuencia cada vez más alarmante.

 

Cuando yo nací mi tata tenía veinticinco años, cuando él nació ya había pasado un año desde la Revolución del 48. Cuando él llegó a la edad que yo ahora alcanzo, yo tenía esos mismos veinticinco y el siglo y el milenio cambiaban. Él era Técnico en transmisión del ICE y orgulloso me contaba como trabajaba en los enlaces para que la nueva tecnología de telefonía celular pudiera cubrir la mayor parte del Valle Central y las cabeceras de cantón, yo estaba a cargo de construcciones como ingeniero de obra recién salido del Tec y empezaba a ser parte de la fuerza laboral de un nuevo siglo que vendría como planadora capitalista sobre la nueva generación. Hace casi un año que él ya no está, y yo estoy aquí a las cuatro de la mañana escribiendo sobre lo inútil que puede ser convertirse en testigo de la historia, sin documentarla o sin pensar de forma crítica sobre ella. Pero me doy cuenta que la historia más importante es la que he vivido comentándola con él y con la gente que me rodea, además de la que viví a través de su memoria, de las cosas de antes de que yo naciera y que él me contó. Tengo muy presente anécdotas de su abuela Adela como si yo la hubiera conocido a pesar de que murió años antes de que yo naciera. Así es como a estas alturas del cerro que todos escalamos y que nos llevará solo a un lugar, me doy cuenta de que ser testigo de la historia es comunicarse con nuestra gente, colaborar, darnos cuenta de que somos parte de un todo. Hilos del mismo tejido como decían nuestros antepasados originarios de estas tierras que comprendían mucho mejor las cosas porque el tiempo no les preocupaba tanto.

lunes, 2 de junio de 2025

PARA UN APRENDIZ DE DICTADORZUELO

 

 


Señor funcionario, usted es un apenas un pelele parte del peor gobierno de la historia del país. Sus capacidades de lamescrotos le han agenciado una oficina bonita y un salario muy superior a lo que merece, en el AyA, una institución estratégica para el país en la que debería estar manejando y planificando el recurso más valioso que tenemos. Pero más bien se limita a imitar al arrogante pico de carraco que lo puso ahí y pretende comportarse como un dictadorzuelo de oficina. 

 

Sepa muy bien que está cometiendo un error gravísimo al amenazar a una población con quitarle el recurso vital del agua. ¿Será que lo están asesorando sionistas israelíes y pretende tratar al pueblo de Paraíso como aquellos miserables genocidas tratan al pueblo palestino? 

 

Me pregunto esto porque eso es lo que parece estar haciendo: los genocidas sionistas quitan el agua y la comida a Gaza y le echan la culpa a Hamás, y usted amenaza a los paraiseños con quitarle el agua y le echa la culpa a la municipalidad. El paralelismo es inquietante, y sepa que no nos extrañaría que usted ande de cerca de sus colegas que pretenden establecer un tratado de libre comercio con los genocidas. Porque a todas luces la línea de acción de la fauna en el poder se muestra muy cómoda con ejercicios fascistas como los de iSSrael y de bukele en El Salvador, todo parte del tsunami demagógico que usan para ocultar su incompetencia.

 

Tenga cuidado amiguito, si quiere jugar a ser fascista, acuérdese como terminó Mussolini colgando patas arriba de la estructura de una gasolinera en Milán, hace 80 años. Use su puesto para negociar, no para chantajear. Como dijo cierto pendejo hace poco: ¨no le jale el rabo a la chancha¨ y los paraiseños le agregamos: ¨porque va a quedar cagado¨.

jueves, 15 de mayo de 2025

ChavespectáCULOS

 

El actual ha sido el gobierno más nefasto de los últimos años.

 

Primero, fue elegido por una mayoría mínima que deseaba evitar otro gobierno del pln, o sea por descarte. La imagen del candidato liberacionista era tan polémica que la población prefirió elegir el nuevo por conocer que el viejo conocido. El experimento salió caro, un verdadero salto al vacío, como la polémica alrededor de la agresiva publicidad de la segunda ronda, que desató tanta amargura entre la gente sensible. Pero esa era la situación de la segunda ronda: se nos puso la opción de escoger entre dos inútiles, neoliberales, uno con un reconocido y experimentado equipo detrás (reconocido vendepatrias y experimentado en corrupción) y otro que ni tenía equipo y lo apoyaban oscurísimos millonarios de esos que no se sabe de dónde sacaron la plata.

 


 

Luego, desde el inicio, la nave hizo aguas y rompió récords en renuncias o sustituciones de ministros y jerarcas. Algo apestoso empezaba a flotar en el nuevo ejecutivo. Los puestos del equipo de gobierno se empezaron a caracterizar por ser personajes novatos que no habían estado en otros gobiernos, y que podrían ser profesionales aptos para ejecutar un cambio necesario en muchos campos. Pero los que así eran, pronto salieron despavoridos por sus propios medios o fueron echados por el jefe que los llamó al ver que no se doblegaban como borregos a su voluntad. Varios puestos significativos fueron ocupados por personajes completamente bizarros colocados para pagar promesas de campaña, tal es el caso de la primera ministra de salud, impresentable personaje con teorías sobre la salud y la protección humana más cercanos al terraplanismo que a la ciencia y con apariciones públicas que la convirtieron más en personaje de memes que en reconocida jerarca.

 


 

Después fue notoria la improvisación, incapacidad y la llana estupidez de muchos miembros del equipo al tomar decisiones. La altanería y la soberbia del presidente, fueron la tónica conductual de ministros hacia sus respectivos equipos, lo que degeneró en casos tan hilarantes como un jerarca de hacienda, denunciando en la Asamblea Legislativa un mega fraude hacendario, y admitiendo que se basaba en un TikTok. O una ministra de Educación con parafernalia de pitonisa que por todo lado hablaba de la ruta de la Educación, que solo estaba en su congestionada, alrevesada y  distorsionada mente. Todo esto, grave al fin y al cabo porque se trata de echar a andar un país, no un stand up comedy, sería apenas anecdótico con lo que vendría a continuación.

 

 

Empezó a notarse la corrupción en todos los ámbitos. Se denunció y demostró una estructura paralela de financiamiento ilegal en la campaña política y al mismo tiempo, se desató una ola de violencia pandillera entre narcotraficantes que ya habían abarcado todo el país. Ambas circunstancias de corrupción en diferentes niveles socioeconómicos, para un país tan pequeño, hizo que más de uno y una levantara la ceja con preocupación. La violencia ha cobrado más vidas los años del presente gobierno que nunca antes y los casos de  corrupción que han venido apareciendo son tan frecuentes que es difícil no asociar una cosa con la otra, aunque sea de manera circunstancial a nivel país. Como muestra dos  botones: en la intervención telefónica de un investigado por narcotráfico, se escucha como se refiere al presidente como ¨papá Chaves¨; y luego un recién nombrado jerarca del Inder tuvo que ser removido porque había sido encausado por narcotráfico.

 


 

Luego, alarmados notamos la falta de diplomacia, inteligencia emocional y agresividad injustificada del presidente: el primer ciudadano se comportaba como un patán de cantina. Al no tener soluciones que aportar, o respuestas que dar, el presidente ataca a la prensa que le cuestiona y a la oposición que le denuncia. Sus ataques tienen la altura intelectual de un adolescente (de un bully que lleva varios años repitiendo, para ser más exacto) y como un boomerang cuando los lanza, siempre regresan a él, aunque el pobre diablo ni se entera de donde viene el golpe. Se apoya en un grupito de ciudadanos con muy baja autoestima y muy alta adicción a películas de Hollywood, que le sigue como si fuera una mezcla entre profeta hebreo y gamonal de pueblo. Sus seguidores desean ser azotados por un padre autoritario, de esos que tenían a su esposa apaleada dentro de la casa cocinando la comida y creen que todo se soluciona con cárcel y trabajo. Han visto todas las tortas que se ha jalado el gobierno, pero su ego en redes sociales  es tan sensible que pretenden seguir creyendo que la luna es de queso, aunque le caigan asteroides en la cabeza. No saben ni inventarse algún logro imaginario del presidente, porque ni imaginación tienen, pero siguiendo el ejemplo de su líder, sacan pecho y se sueltan a decir vulgaridades hasta que no les da el resuello. Yo solo me pregunto, ¿qué harán o qué dirán cuando el día antes de perder la inmunidad, el presidente salga como el correcaminos pero en avión huyendo a Europa y les deje con un palmo de narices?