jueves, 15 de mayo de 2025

ChavespectáCULOS

 

El actual ha sido el gobierno más nefasto de los últimos años.

 

Primero, fue elegido por una mayoría mínima que deseaba evitar otro gobierno del pln, o sea por descarte. La imagen del candidato liberacionista era tan polémica que la población prefirió elegir el nuevo por conocer que el viejo conocido. El experimento salió caro, un verdadero salto al vacío, como la polémica alrededor de la agresiva publicidad de la segunda ronda, que desató tanta amargura entre la gente sensible. Pero esa era la situación de la segunda ronda: se nos puso la opción de escoger entre dos inútiles, neoliberales, uno con un reconocido y experimentado equipo detrás (reconocido vendepatrias y experimentado en corrupción) y otro que ni tenía equipo y lo apoyaban oscurísimos millonarios de esos que no se sabe de dónde sacaron la plata.

 


 

Luego, desde el inicio, la nave hizo aguas y rompió récords en renuncias o sustituciones de ministros y jerarcas. Algo apestoso empezaba a flotar en el nuevo ejecutivo. Los puestos del equipo de gobierno se empezaron a caracterizar por ser personajes novatos que no habían estado en otros gobiernos, y que podrían ser profesionales aptos para ejecutar un cambio necesario en muchos campos. Pero los que así eran, pronto salieron despavoridos por sus propios medios o fueron echados por el jefe que los llamó al ver que no se doblegaban como borregos a su voluntad. Varios puestos significativos fueron ocupados por personajes completamente bizarros colocados para pagar promesas de campaña, tal es el caso de la primera ministra de salud, impresentable personaje con teorías sobre la salud y la protección humana más cercanos al terraplanismo que a la ciencia y con apariciones públicas que la convirtieron más en personaje de memes que en reconocida jerarca.

 


 

Después fue notoria la improvisación, incapacidad y la llana estupidez de muchos miembros del equipo al tomar decisiones. La altanería y la soberbia del presidente, fueron la tónica conductual de ministros hacia sus respectivos equipos, lo que degeneró en casos tan hilarantes como un jerarca de hacienda, denunciando en la Asamblea Legislativa un mega fraude hacendario, y admitiendo que se basaba en un TikTok. O una ministra de Educación con parafernalia de pitonisa que por todo lado hablaba de la ruta de la Educación, que solo estaba en su congestionada, alrevesada y  distorsionada mente. Todo esto, grave al fin y al cabo porque se trata de echar a andar un país, no un stand up comedy, sería apenas anecdótico con lo que vendría a continuación.

 

 

Empezó a notarse la corrupción en todos los ámbitos. Se denunció y demostró una estructura paralela de financiamiento ilegal en la campaña política y al mismo tiempo, se desató una ola de violencia pandillera entre narcotraficantes que ya habían abarcado todo el país. Ambas circunstancias de corrupción en diferentes niveles socioeconómicos, para un país tan pequeño, hizo que más de uno y una levantara la ceja con preocupación. La violencia ha cobrado más vidas los años del presente gobierno que nunca antes y los casos de  corrupción que han venido apareciendo son tan frecuentes que es difícil no asociar una cosa con la otra, aunque sea de manera circunstancial a nivel país. Como muestra dos  botones: en la intervención telefónica de un investigado por narcotráfico, se escucha como se refiere al presidente como ¨papá Chaves¨; y luego un recién nombrado jerarca del Inder tuvo que ser removido porque había sido encausado por narcotráfico.

 


 

Luego, alarmados notamos la falta de diplomacia, inteligencia emocional y agresividad injustificada del presidente: el primer ciudadano se comportaba como un patán de cantina. Al no tener soluciones que aportar, o respuestas que dar, el presidente ataca a la prensa que le cuestiona y a la oposición que le denuncia. Sus ataques tienen la altura intelectual de un adolescente (de un bully que lleva varios años repitiendo, para ser más exacto) y como un boomerang cuando los lanza, siempre regresan a él, aunque el pobre diablo ni se entera de donde viene el golpe. Se apoya en un grupito de ciudadanos con muy baja autoestima y muy alta adicción a películas de Hollywood, que le sigue como si fuera una mezcla entre profeta hebreo y gamonal de pueblo. Sus seguidores desean ser azotados por un padre autoritario, de esos que tenían a su esposa apaleada dentro de la casa cocinando la comida y creen que todo se soluciona con cárcel y trabajo. Han visto todas las tortas que se ha jalado el gobierno, pero su ego en redes sociales  es tan sensible que pretenden seguir creyendo que la luna es de queso, aunque le caigan asteroides en la cabeza. No saben ni inventarse algún logro imaginario del presidente, porque ni imaginación tienen, pero siguiendo el ejemplo de su líder, sacan pecho y se sueltan a decir vulgaridades hasta que no les da el resuello. Yo solo me pregunto, ¿qué harán o qué dirán cuando el día antes de perder la inmunidad, el presidente salga como el correcaminos pero en avión huyendo a Europa y les deje con un palmo de narices?

 


 

10 comentarios:

  1. Excelente análisis.

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  2. Coincido con su punto de vista.

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  3. Guido Hernández M.15 de mayo de 2025, 8:50

    Excelente.
    Gracias por compartirlo

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  4. Muy bueno. Todo cierto y claro. Quiero ya que llegue ese último día donde escapa en avión.

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    1. y que al bajar del avión lo reciba con los brazos abiertos la interpol!

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  5. Me gustó mucho y lo de tolomuco genial.

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