Manifestaciones de supremacistas blancos que unen al Ku Klux Klan con
los neonazis en EEUU. Marchas de falangistas haciendo el saludo fascista en
España. Neonazis austriacos acosando inmigrantes africanos y de Medio Oriente. En nuestra capital ayer, la avenida segunda estuvo repleta de personas vestidas de blanco que claman por el
respeto a lo que ellos consideran la familia tradicional. Además de
la evidente ignorancia e intolerancia, existe un común denominador entre
todos estos escenarios: el cristianismo conservador. Esa religión que basa su
filosofía en las enseñanzas de Jesús de Nazareth, personaje principal de su
mitología, que predicó durante su corta y misteriosa vida hace dos mil años. Su
mensaje, según los testimonios que constan en escrituras, redactadas siglos
después de su muerte y que se toman como inspiradas por un dios creador y
supuesto padre del personaje se resumen en : ¨Amaos los unos a los otros¨.
Interesante máxima de obligatoria aplicación para todo aquel que se haga
llamar cristiano por ser seguidor de Cristo. Por lo visto el nivel de
tolerancia del legendario carpintero era entonces mucho mayor que el de sus
seguidores de estos tiempos. ¿Será que hay problemas en la traducción del
mensaje o será que siglos de conveniencia de los líderes de la religión han
torcido un poco el mensaje? Porque la manifestación realizada ayer fue para rechazar el derecho de las personas a decidir sobre su cuerpo, el derecho a tener preferencias distintas, el derecho a pensar diferente, el derecho de las mujeres de rechazar el machismo, el derecho de los padres a tener opciones mejores de educación, el derecho de un pueblo a evitar que fundamentalistas religiosos metan sus narices en el estado. Todo este rechazo disfrazado con la camisa blanca de los valores cristianos. Esos mismos valores que masacraron herejes en la inquisición, indígenas en la conquista de América, judíos en la segunda guerra mundial; esos valores que han protegido miles de injusticias a través de dos mil años. Esos ropajes blancos que simbolizan el valor cristiano más evidente a lo largo de la historia: la hipocresía.
Lo más preocupante de todo esto, es que más allá de cómo lo quieran
llamar los promotores de la marcha o sus detractores, esta manifestación ha
sido una inmensa demostración de fuerza de grupos que, violando la constitución
política de la República, están coaccionando al pueblo creyente para sus fines
politicos. Claramente se puede observar tres grupos de aprovechados que van
trasquilando el montón de ovejas sin que ellas lo sepan. Estos tres lobos con
piel de oveja son:
-
Los partidos politicos evangélicos: están interesados
en tener más palanca política para continuar haciendo ingentes ganancias a
través de diezmos y donaciones sin tener que pagar impuestos, así como blindar
sus negocios a través de la influencia política. También, y algo que durante este
periodo en el que hay cinco diputados panderetas se ha vuelto muy evidente, es
que estando en el poder pueden joder las iniciativas de educación en muchos
sentidos, y así tener un pueblo pobremente educado e ignorante, o sea muy receptivo
a creer las tonterías que desde un púlpito les tiren.
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La iglesia católica: ha llegado a ponerse de acuerdo
con la competencia, los panderetas antes mencionados, porque ve que la
estrategia funciona. Esta institución viene hace tiempo dando pataletas de
ahogado gracias a que la gente se va
educando cada vez más, por lo que ha optado por copiarles a la competencia elmarketing y tomar ellos también la pandereta. Es obvio que hay suficientes
pobres que desplumar entre todos y bien se pueden compartir.
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Los partidos politicos tradicionales: aparte de los
pastores millonarios y los curas y sus monaguillos, también se presentaron a la
marcha varios candidatos presidenciales. ¿Cómo iban a desaprovechar este baño de
masas y tratar de sacudirse ese montón de corrupción que cargan gracias a suscolegas que les antecedieron e inventarse una imagen de paladines de la familiatradicional?. Especialmente patético fue ver Desanti hablar en contra de los
matrimonios igualitarios cuando hace unos años hacía campaña apoyando a la
primera pareja del mismo sexo que legalmente se unió en nuestro país. También
el doctor mariachi habló contra el aborto, imagino que en varias ocasiones
durante su carrera profesional supo de los traumas de adolescentes embarazadas
durante una violación y muy científicamente les aconsejó que tuvieran al niño
porque era voluntad de Dios.
Por desgracia, estos tres chupasangres, ignorófagos, vendedores de humo
salieron frotándose las manos satisfechos de la movida maestra que realizaron.
Para bien y para mal (y no soy la excepción dado que estoy escribiendo al
respecto) ahora la marcha de la intolerancia, el machismo y la ignorancia está
en boca de todos. Los pastores millonarios auguran más ganancias seguros de que
el negocio va para arriba, los sacerdotes católicos se sienten seguros de hacer
y decir lo que les venga en gana sin que sean llamados a cuentas y los políticos
podridos se van satisfechos porque de todos los que les vieron en la tele
habrán algunos tontos que les voten. El resto de la población a tomar partido,
a sentirse parte de un grupo para no abandonarse a la depresión de este mundo
consumista y atacar a los que tienen diferentes preferencias o diferentes opiniones. Después de ver el inmenso rebaño de ovejas que sin saberlo corren al matadero de las futuras generaciones, fue evidente que nos pusimos al mismo nivel de cualquier país islámico, fascista o racista. ¿Así para qué elecciones?, que de una vez se traigan a uno de los hijos de trump y lo nombren príncipe de este creyencero país.