domingo, 16 de septiembre de 2018

45 AÑOS DE LA MUERTE DEL CANTOR




Como golpe sordo
ruido de espanto
el de las botas azotando
un cuerpo indefenso,
el cuerpo del cantor quebrado
desparramado en el suelo 
de un culatazo,
el que se cubre la cabeza 
para que no se les escapen
las canciones que le quedan
con la sangre que vierte.

La bestia arremete
a culatazos con su falta de honor
a escupitajos con su miedo
al pueblo que unido 
jamás será vencido.

La bestia de galones y apellido
de lentes oscuros y colmillo
destroza el cuerpo
que mil veces abrazó
con cariño y respeto
a ese cuerpo de madera 
que fue voz de obrero y campesino.

Esa bestia miedosa 
rebosante de dinero y excremento
odia porque los de su clase
solo saben odiar
odiar al libre
odiar al justo
odiar al bueno
odiar al que trabaja
odiar al que reclama
odiar al que canta
al que canta por Amanda,
odiar para variar
porque para amar
y la bandera roja 
atreverse a empuñar
se necesita un valor
que el rico no conoce, 
que viene de la tierra fértil
de la herramienta fabril
y de la humilde guitarra comunista. 

Hace 45 años, después de cuatro días de tortura, con las manos machacadas por las culatas de los soldados sin nombre y sin alma; de cuarenta y cuatro balazos, mataron a Víctor Jara. Tanto miedo le tenían los militares golpistas que se aseguraron de destrozarlo por completo, así pusieron en evidencia que lo que más temen los milicos traidores, no es a los guerrilleros si no a los que despiertan las conciencias de los que dormidos son expoliados de sus fuerzas y sus derechos. Así que, cada vez que leo o escucho a alguien que odia a los comunistas, aún en nuestros tiempos,  me doy cuenta que estoy presenciando la expresión de un miedoso, que con los pantalones cagados está dispuesto a entregar su conciencia a su amo. Porque así fueron todos los militares golpistas de aquel Chile violentado del 73, una masa cobarde que se movía al compás de sus amos, los tiranos de la Casa Blanca y Wall Street y que con el miedo fertilizando su odio, masacraron a sus hermanos que querían un futuro mejor.   
A duras penas, el futuro aún así y a pesar de que las sabandijas tienen a sus herederos en la derecha puta de nuestros países, poco a poco el cambio se dará