Digamos que para ser un poco
productivo en estos días de vacaciones, que muy inusualmente he logrado sacar
en estas postrimerías del año 2023, he decidido hacer un resumen de los hechos
más destacados de estos 365 días que ya casi cambian de apellido. Como casi
todo lo que emprendo, lo hago de manera muy improvisada tomando en cuenta
algunos minutos de reflexión, y en el camino voy tomando datos de aquí y allá
cuando sea menester, porque hay que tener en cuenta que lo que digo aquí no es
más que mi opinión y mi perspectiva de lo que comento. Y recordemos que la
opinión es como el culo, todos tenemos y usualmente apesta.
El
siglo XXI se acerca a completar su primer cuarto, y hasta ahora podemos
considerar que solo serviría para decepcionar a los autores del periodo clásico
de la ciencia ficción y para darle la razón a los planteamientos de las
distopías de Un Mundo Feliz de Aldous Huxley y 1984 de George Orwell. Cuando
uno era un chiquillo en la década de los 80, imaginaba la segunda década de este
siglo con viajes al espacio y sobre todo vehículos voladores por doquier, tal
vez recuperándonos de una tercera guerra mundial en la que Arnold Schwazenegger
haya salvado el mundo y la gente blanca y norteamericana viviera feliz y lista
para contactar a visitantes de otros mundos; pero como lamento recordar que
alguna vez pude ilusionarme de esa manera sobre el futuro ahora en que lo único
más probable es que si nos estemos acercando, si no es que ya estamos en medio,
a una tercera guerra mundial.
Porque
en efecto, muchos apuntan a que con el conflicto entre Rusia y Ucrania y ahora
con el masivo exterminio genocida que Israel está acometiendo contra la Franja
de Gaza, la geopolítica está tendiendo a calentarse mientras bloques
hegemónicos toman partido y en otras partes del globo empiezan a chispear
situaciones que antes estaban tensas, pero que en medio de las circunstancias
podrían desencadenarse nuevos conflictos. Tal es el caso del reclamo de China
sobre la isla de Taiwán, o el movimiento soberanista iniciado en varios países
africanos a raíz de la revuelta en Níger que echó a los intervencionistas
franceses y que está dividiendo a varios países del continente entre unos que
están hartos del neocolonialismo europeo y otros cuyos gobiernos títeres pretenden
desestabilizar la región para permitir el regreso de los europeos a adueñarse
de sus recursos.
El
7 de octubre las tropas de Al Qassar, conocidas por occidente como Hammas,
penetraron con sospechosa facilidad y realizaron una intervención en territorio
israelí tomando rehenes y llevándolos al territorio de la Franja de Gaza. Esto
provocó que Israel desatara la peor serie de ataques con misiles y bombardeos
que se tiene historia, contra la población civil de la Franja de Gaza. Después
de tres meses de agresiones en las que se han tomado como blancos hospitales,
iglesias, escuelas y campos de refugiados ha quedado en evidencia que el
objetivo de Israel no es rescatar a sus rehenes si no más bien el exterminio de
la población y la colonización forzada de la Franja. Al 24 de diciembre, el
número de víctimas asciende a 20 424, de las cuales más del 70% son mujeres y
niños, además de más de 56,000 heridos y 6,700 cuerpos que no han podido ser
sacados de los escombros. En medio de todo esto, ha sido notable la forma en
que Israel ha perseguido y exterminado a periodistas y corresponsales que
estuvieran en el lugar para documentar el genocidio, convirtiendo este en el
conflicto en el que más periodistas han sido asesinados desde la segunda guerra
mundial, esto claro está, es parte del esfuerzo de los fascistas para evitar
que el mundo se entere de la masacre que están ejecutando. Pero aún así no les
ha resultado y todo el mundo estamos siendo testigos del genocidio racial
prácticamente en vivo y en directo, gracias a transmisiones casi clandestinas
de palestinos que documentan su dolor y desesperación. Así alrededor del mundo,
masivas manifestaciones han llenado las calles para rechazar el actuar homicida
de los sionistas y exigir que se detengan y sean castigados. Además también ha
quedado en evidencia como los villanos de siempre, los EEUU, mantienen un presupuesto de ayuda militar
importante a Israel que se transforma en muerte y destrucción del pueblo
palestino. Muchos países con gobernantes valientes y pueblos inteligentes han
retirado ya su relación diplomática con Israel, pero aquí en Costa Rica creo
que nos va a tocar ser de los últimos porque no hay de los unos ni de los
otros.
Para no extenderme más, solo hay algo que decir sobre este tema: si un
país o una persona permanece silencioso ante un crimen contra la humanidad, es
un cómplice del mismo. Si Costa Rica no
rompe las relaciones con Israel, significa que el poquito de dignidad que
creíamos tener por la leyenda de ser un país pacífico, hace rato se fue a la
basura.
Este ambiente bélico
generalizado que se ha dado este año, con el conflicto antes mencionado, y el
conflicto entre Rusia y Ucrania, son al fin y al cabo a mi parecer,
manifestaciones de un sistema en decadencia. Podríamos decir que es el
principio del fin de la hegemonía de occidente, comprendiendo occidente, como
EEUU y Europa. Creo que este año se han notado cada vez más los aprietos
económicos en los que las economías capitalistas gringas y europeas se
encuentran, y un buen ejemplo de ello es como las sanciones que aplicaron a
Rusia les han afectado más a ellos que a los sancionados. Rusia declaró que
este año su economía ha sido la mejor desde antes de la pandemia, y eso que
están manteniendo un frente bélico en Ucrania. Han mejorado su comercio con
China y tienen una posición muy hegemónica entre los Brics, tanto así, que
hasta se dan el lujo de vender su gas natural y su petróleo en rublos en lugar
de en dólares. Por el otro lado, Europa desde que está en conflicto con Rusia tiene
que pagarle el gas natural a EEUU a más de un 50% del precio que había
negociado con Moscú y EEUU, mira como su moneda rueda y rueda hacia el pozo de
la devaluación puesto que su único negocio productivo es el de vender armas a
socios que muy probablemente no tendrán con qué pagarles.
Si pudiera tener un
momento de optimismo, diría que se están dando señales de que se acerca el fin
del capitalismo. Pero el acostumbrado pesimismo me discutiría al instante
señalando, que a como vamos antes se acaba la humanidad que el capitalismo. Y
esto en este 2023, se ha vuelto muy evidente, por la principal espada de
Damocles que pende sobre todos nosotros: LA CRISIS CLIMÁTICA.
El 2023 ya ha sido declarado
el año con la temperatura promedio más alta a nivel global, comparado con los
registros desde el inicio de la época de la revolución industrial, también ha
sido el año con las temperaturas oceánicas más altas, en el que se han
reportado la mayor desaparición de glaciales de la historia y las menores
extensiones de hielo en la Antártida. Además los científicos anuncian que es
más que probable que el 2024 sea aún más caliente. Así que espero que hayas
disfrutado el 2023 porque seguro será el año más frío con respecto a los que
vienen en el futuro.
Las catástrofes provocadas por fenómenos climáticos han
sido abundantes y han estado esparcidas por todo el globo, cabe destacar la
destrucción de Acapulco cuando una tormenta tropical pasó a convertirse en
huracán grado 5 en tan solo 8 horas, arrasando la importante ciudad turística
mexicana y provocando decenas de muertos, desaparecidos y daños en
prácticamente toda la infraestructura de la región. Pocas veces se ha visto que
un huracán tan potente se forme en tan poco tiempo lo que impidió que se
realizara una correcta evacuación de la zona. Aún así, se realizó una cumbre
climática en Emiratos Árabes Unidos país más que rico gracias a la explotación
de combustibles fósiles, y esto fue como si se organizara una sesión de
alcohólicos anónimos el 31 de diciembre en una cantina y con barra libre.
Es evidente que a los grandes
capitales a nivel mundial les trae sin cuidado que el clima cambie y que mueran
millones de personas, porque al fin y al cabo, la mayoría, por no decir todos
serán pobres. Así va el mundo. Ellos, el 1 %, con sus trillones, dueños de las
tierras y los recursos, de los gobiernos y los ejércitos y nosotros , el 99%
, preparándonos para vivir sin agua
potable y aprendiendo a comer cucarachas para sobrevivir, dueños de votos de
mierda que no sirven para nada y pensando en lo que el aparatito que tenemos en
la mano nos dice que pensemos. Cada día que pasa es un día que perdemos para
iniciar la revolución y enterrar de una vez el capitalismo. Pero las masas
están encadenadas peor que nunca a las cadenas mentales y culturales del miedo
al cambio, al cambio al sistema y al cambio del futuro. Por algo es muy cierto
aquello de que existen mil películas y relatos que hablan del fin del mundo,
pero no hay ninguno que hable del fin del capitalismo.
En lugar de imaginar el
apocalipsis, imaginemos la REVOLUCIÓN.
COSTA RICA EL GOBIERNO NOS AGOBIA
En
las elecciones de 2018, estuvimos a milímetros de que ganara las elecciones un
pastor o apóstol o salmista o como cuernos quiera llamarse, quien efectivamente
ganó la primera ronda y fue derrotado miserablemente en la segunda cuando la
población horrorizada vio que estuvimos a punto de convertirnos en una nación
con un gobierno teocrático pentecostal. El candidato ganador emprendió un
gobierno nefasto para el pueblo y muy favorable para las élites que siempre han
tenido la plata en este país. Pero no creo que las cosas habrían sido mejor con
los fanáticos religiosos en el poder. Más bien todo lo contrario, pero eso es
otro tema.
El asunto es que en 2022, el
pueblo volvió a votar pero no a favor de alguien, si no en contra de cierto
patán que ya había embarrado de caca el país durante los años 90, luego salió
huyendo y regresó luciendo una cara más dura que el concreto que le sirvió para
postularse de nuevo para presidente como si nada hubiera pasado. La falta de
inteligencia, de memoria y de cojones de los ticos prefirieron escoger a un
sospechosísimo personaje salido del anterior gobierno y con unos apoyos muy
pero muy opacos, en lugar de intentar la opción de la izquierda. Y así quedó
como presidente un tipo con una pinta de villano de serie gringa barata apoyado
por un grupo de personajes que parecen salidos del equipo de toreros
improvisados de las fiestas de Zapote. Y así nos va con un gobierno que ha
logrado hacerse enemigo hasta de los malos de siempre, cuestionado por todos
los flancos, improvisador al máximo y sobre todo completa y definitivamente
ineficaz en todos los campos, excepto en el de hacer el ridículo cada semana
con un tema nuevo.
Este año ha sido el año más
violento de la historia de Costa Rica y supera al anterior en más de 200
homicidios, los asesinatos provocados por narcos son ahora pan de todos los
días. En zonas en las que usualmente estas cosas no pasaban, como en Paraíso de
Cartago, este año se pudo observar en todas las redes sociales como
despedazaban a alguien a balazos de AK-47 en una calle frente de una escuela.
El cuentico del país de paz, se fue hace rato por el drenaje. La desigualdad
social que tan afanosamente vienen cultivando las élites gobernantes desde hace
cuarenta años, demuestra sus primeros frutos a través de la inseguridad social.
Nuevas generaciones crecen mirando el banquete pero cuando creen que pueden
acceder al mismo, el sistema les da con la puerta en las narices.
Así, estas
nuevas generaciones, se enteran que en este sistema no obtendrán por las buenas
la felicidad que el sistema les vende, por más que se esfuercen y entonces
venden su vida a la violencia y toman las cosas a la fuerza. El abandono en el
que el neoliberalismo dejó a las clases sociales más necesitadas es el causante
de la violencia que ahora se ve en las calles, a todo nivel.
Este año me he
convencido que el gran problema de este país es la educación. Pero la educación
como un todo, no solo lo que respecta a la educación pública o privada, si no a
la educación que todos recibimos en el día a día desde los medios, desde la
cultura, desde la interpretación de las comunicaciones del estado hacia el
pueblo. Todo educa. O maleduca. Ahora me he convencido, que lo único que
verdaderamente ha sido planificado en Costa Rica por parte del Estado, ha sido
el desmoronamiento de la educación. Y esto para qué, te preguntarás, desde los
90 con los recortes a los salarios de los educadores y la aparición de infinidad
de universidades privadas que no son más que ventas de títulos? Pues para tener
en el futuro, que es hoy, mano de obra barata para los inversionistas que
llegan del extranjero a darle buenísimas comisiones a las escorias que les
facilitan su instalación y exoneración de impuestos en estas tierras de paz,
armonía y sobre todo pura vida.
Recientemente conversaba con
un amigo sobre la situación del país, y lo difícil que se está poniendo todo
para nosotros, la clase trabajadora. El me decía que a veces pensaba que tal
vez lo mejor sería irse del país, pero para dónde y con qué? Y ahí quedaba la
propuesta. El tiene hijos y como cualquier padre le espanta imaginar como
estarán las cosas para esos chicos cuando alcancen la edad de su padre. Porque
todo apunta a que todo va para peor. No pude darle ninguna sugerencia sobre lo
de para donde y con qué, pero si que estoy seguro del lugar para donde va él,
sus hijos, yo y todo el resto del país. Todos vamos hacia el futuro, allá
llegaremos pronto o más tarde, y todos deberíamos poner atención en construir
ese futuro, porque es donde nuestros hijos tendrán que vivir. Y lo mejor es que
tomemos las riendas de la construcción de ese futuro de inmediato, porque otros
lo están haciendo para que sea bueno solo para ellos.