domingo, 10 de julio de 2011

Facundo Cabral: una elegía para la libertad



Facundo Cabral fue asesinado a tiros, ayer por la mañana en Guatemala. No estamos hablando de un político prominente, de un juez o de un jefe de policía. No se trataba del dueño de una importante corporación, ni del jefe de un cartel criminal, aunque vayan siendo oficios parecidos. No era un periodista que denunciaba a los poderosos, ni un escritor que los retrataba en forma satírica esparciendo la verdad sobre los depredadores. No. El fue una persona que, según sus propias palabras, fue mudo hasta los nueve años, analfabeto hasta los catorce, perdió su familia a los cuarenta , conoció a su padre a los cuarenta y seis. Y que fue asesinado a los setenta y cuatro, estando casi completamente ciego y después de haberse salvado de un cáncer que casi se lo lleva. Facundo Cabral cantaba, y cantando movía a la gente, la impulsaba a ser y a vivir. Era un ser extraordinario que inspiró a muchos que le escuchamos a vivir el hoy sanos y limpios del ayer y del mañana. Era un hombre buena gente, que con solo una guitarra y una voz cansada tiraba a mansalva motivos para sonreír y abrazar la vida. Se decía que era el más profano de los predicadores, todos los que le conocímos (a través de su obra)siempre deseamos tenerle como amigo cercano para esas horas tristes donde las palabras de un amigo lo salvan a uno de la desesperación.
Quién en este mundo cochino y mezquino, el mismo que Facundo nos hizo ver hermoso, podría ensañarze contra él? Cual miserable infernal podría dispararle los balazos que le mataron en el acto? Definitivamente alguien que no le conocía, un dedo anónimo en el gatillo, un producto social de una cultura destruida por dictaduras derechistas que evitaron que los niños leyeran libros y comieran bien para luego reclutarlos en ejércitos ocultos donde matan, violan y extorsionan por órden de sus dueños. Me gustaría fantasear que si el dueño de ese dedo en el gatillo conociera a Facundo, desistiría del encargo. Pero el sistema se encargó efectívamente de obstruir su acceso al mensaje del cantor y a la mística de su persona. Ese mismo sistema está apuntalado por seres como el dueño del gatillero, seres borrachos de poder y de codicia. Ese ser que sí conoció al poeta, decidió enviar a matar al mensajero que con sus cantos le incomodaba. Ese ser oscuro que ofendido en su codicia, ordenó un asesinato; es uno de tantos que tenemos por encima de nuestras cabezas sosteniendo esta carpa de sangre y miedo que nos quiere ocultar el sol de la libertad.
Cuando pienso en esto seres miserables y malditos que pretenden apagar la luz a balazos, no considero nada más a los criminales. No señor! Están en todos los lugares y desgraciadamente, también a veces, entre nosotros. Esos seres que viven envueltos de codicia, de egoísmo, de materialismo y de intolerancia, nos están hundiendo cada vez más en la mierda. Puede que sea imposible llegar a saber el porqué se segó la vida de Facundo de esa manera. Pero pongamos mucha atención en su mensaje, en sus canciones y en su forma de vivir, y puede que notemos fácilmente a quienes incomodaban tanto sus palabras de libertad.
¨El día en que yo me muera
no habrá que usar la balanza
pues pa´velar a un cantor
con una milonga alcanza¨

2 comentarios:

  1. si, ahora ya no podemos ni caminar tranquilos por las calles no sabemos en que momento nos pueden hacer daño.

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  2. Cierto, pero no por eso podemos permitirnos andar con miedo, que con miedo es como el sistema nos domina al principio. Cuando no haya miedo los criminales desaparecerán.

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