Como si se tratara de un concurso de ayotes en el que se elige el más hermoso y grandote, ha iniciado la carrera de inscripciones para la contienda electoral interna del partido liberación nacional. Después de muchas especulaciones por parte de la prensa y de los aficionados al ridículo, van quedando unos cuantos precandidatos que se lanzarán a una elección en medio de la crisis pandémica, para que un montón de viejitos vayan a votarles y seleccionen cual será el representante del partido que hace muchos años construyó el país, para luego venirlo destruyendo de 1986 hasta 2014. Desde ese año, paralizados por una severa indigestión de chorizo vieron como los votos se fueron hacia otro partido, uno nuevo, formado por un desertor suyo medio decente, que en cuanto se quitó de en medio, empezó a ganar elecciones y ya lleva dos gobiernos que van de mal en peor. Ahora compiten con el pln demostrando como el gabinete puede ser el mejor de staff de empleados de los millonarios poderosos y evasores.
Pero no nos perdamos del tema, que entre tanto corrupto y plutócrata a uno se le enreda el asunto, estaba hablando del PLN, el partido con menos expresidentes no expresidiarios, que ahora cuenta con nuevos valores jóvenes (de menos de 80 años) que han acumulado reciente experiencia tanto en gobiernos locales, en el congreso y lo más importante: en programas de televisión y topes de Palmares, ventaja esta última, que tienen los que se decidieron a entrar a la contienda en tiempos de antes de la pandemia, o de los que más experiencia tienen en eso de aparecer en los topes para que el público se divierta adivinando cual es el caballo. Estos resueltos estadistas, demuestran que los mejores valores del partido pueden llegar a los más alto (hablo de valores de la bolsa, porque para estar ahí tienen que pagar ¢29millones) y estando ahí prueban como funciona la democracia del partido, siempre y cuando a ellos no les hayan probado nada.
Dos actuales congresistas que ya llevan años volando lengua en el partido, un excandidato que mantiene su estatus con los millones de su esposa, un entrevistador de radio y televisión que cree que vive en los años setenta, otro que ha pulseado la candidatura un montón de veces y que también cree que estamos en plena guerra fría y que Reagan no se ha muerto y que su tío es el presidente y no ha tenido la suerte de su hermano que no se baja de la alcaldía de la capital, y otros dos galanes que no los conoce ni la mamá, eran los precandidatos inscritos hasta este miércoles por la mañana. Era el último día para apuntarse a la carrera de mulas, y aún así haciendo encuestas informales a todos se les daba por perdedores. Porque aún faltaban uno. Al que todo el país conoce por verlo añorar un tamal y por la industria de memes que salen de su persona.
A este último posible precandidato, todos le tienen miedo. Sobre todo le aterroriza a la gárgola mayor, el autonombrado dueño del partido, el sugar daddy de los últimos candidatos del partido, el que le dio vuelta a Taiwán por un país comunista, demostrando que no le interesa de qué dirección vienen los $$$ siempre y cuando lleguen a su cuenta, el gurú del acoso sexual en la tercera edad: don ¨ya saben quién, no es necesario que lo diga¨. Este personaje abogó hace algunas semanas porque no se realizara una elección interna del candidato y que lo mejor para el partido sería poner a quien él eligiera a dedo. Pero las presiones internas de muchos estómagos hambrientos de dietas oficiales, probaron que al estadista se le está acabando el viagra político.
Para horror del conde de Rohrmoser y de los siete enanos, esta tarde, haciendo un tremendo golpe de efecto, y echando a perder las ilusiones de muchos viejos misóginos y machistas, pero levantando los ánimos de otro montón de viejillos también misóginos y machistas; se inscribió como precandidato el que tiene más posibilidades de ganar: el hijueputa.
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