70 y Rock presenta
100 discos imprescindibles
de hace cinco décadas...
Otra banda que apareció y se hizo famosa durante la década de los sesenta y que durante los setenta cimentó su carácter de leyenda, tal y como lo fueron los Rolling Stones, fue The Who. El cuarteto conformado por Pete Townshend en la guitarra, John Entwistle en el bajo, la voz de Roger Daltrey y la explosiva y peligrosa batería de Keith Moon, fueron parte activa de la vanguardia durante la invasión británica y muchos de sus sencillos dieron sonido y forma a la revolución hippie de la década del amor y la paz. Esa década la clausuraron por todo lo alto con su exitosa ópera rock Tommy, un disco conceptual muy bien recibido por los críticos como lo fue por el público siendo esto reflejado en sus ventas. Pero ahora para empezar la nueva década, Pete Townshend, principal compositor del grupo, planeaba otra obra magna en la que el término ópera rock se quedaría corto. Era algo complicado de realizar porque llevaba adelante una interacción activa con un público masivo alrededor de la conceptualización musical sobre una distopía en la que no existiría el rock, y que el descubrimiento del mismo significaría la liberación y la trascendencia del ser. Esta obra se llamaría Lifehouse, pero no pudo nunca llegar a existir.
Aunque el guitarrista tenía bastantes canciones listas para empezar a grabar su proyecto original, su idea de realizar jornadas de conciertos en las que el público colaboraría con la banda para la creación de un nuevo sonido, simplemente no podía llevarse a cabo. Las circunstancias y las exigencias de los vampiros corporativos de las disqueras, llevó a The Who a meterse al estudio con un puñado de canciones, unas del proyecto y otras antes descartadas para producir un disco que de todos modos y casi sin quererlo, se convirtió en un clásico para la banda. ¨Who´s next¨ reúne en poco más de 40 minutos la esencia del rock setentero crudo, salvaje y con buen humor que necesitaba la audiencia rockera después de tantas coronas de flores y viajes psicodélicos. El disco abre con un inesperado sonido de sintetizadores, instrumento experimental para aquella época y bastante poco común en el ámbito rockero, así es pues como suena Baba O`Riley el mítico tema que homenajeaba con su título al gurú Meher Baba y al músico minimalista Terry O`Riley, personajes a los que Townshend seguía con veneración. Otro sencillo fundamental de este disco es la profunda y subversiva ¨Behind blue eyes¨ en la que uno de los personajes de la historia original de Lifehouse, el villano, muestra su lado humano en una descripción a través del sonido de una balada acústica y contenida que se torna iracunda y luego vuelve de nuevo a la calma, para luego conectar con el último estallido que otra vez con otro riff de sintetizador hace la declaración de principios políticos más clara de una banda británica antes del punk y que se llama ¨Won`t get fooled again¨. Un tema que deberíamos tener muy en cuenta cada cuatro años cuando vamos a votar y queremos que no nos agarren de idiotas otra vez.
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