sábado, 11 de marzo de 2023

100 de los 70: STICKY FINGERS de los ROLLING STONES (1971)

 

70 y Rock presenta

100 discos imprescindibles 

de hace cinco décadas...

 

            Una portada tan famosa como controversial en su tiempo, creada  por el artista Andy Warhol, presentaba la primera producción en estudio de los Rolling Stones para la década de los setenta. La inmortal imagen consistía en la fotografía de una entrepierna masculina enfundada en un apretadísimo pantalón de mezclilla, y que empujaba sus prominencias al público al punto que llegó a asustar o excitar  la imaginación del dictador español Franco, que ordenó censurarla. La escandalosa imagen original, contenía un álbum que llegó a ser uno de los más importantes de los Rolling Stones y a la vez, un hito en su carrera en el que resolverían cambiar su estilo por un rockanroll más básico,   pero salvaje y desatado sobre todo en sus letras. Todo esto por dos razones: se liberaban contractualmente del sello Decca que en su opinión les reprimía su lado creativo más gamberro y por la ausencia del guitarrista principal Brian Jones,  muerto un par de años antes en circunstancias muy extrañas y que había sido previamente despedido de la banda.

 

Esta apetitosa portada es la que se usó en España, quizá porque suponían que el dictador pasaría unas inquietas noches de lasciva tentación pensando en la imagen original.

   A partir de este álbum es que apareció la famosa lengua, imagen reconocible y universalmente asociable a la banda.

  Presentando dos de sus canciones más reconocidas como lo son Brown Sugar y Wild Horses, el álbum contiene otras piezas destacadas tal vez solo reconocibles para los seguidores más adictos al sonido de la banda de Mick Jagger como pueden ser Can you hear me knocking, canción creada a partir de un jam, que suena a jam y que aún así trasciende como obra con estructura y personalidad propia a todo lo largo de sus más de siete minutos, o Sway que es una pequeña obra de arte que yo en lo personal desconocía, pero que vale mucho la pena escuchar. Y es que hay algo peculiar en la alineación de los Stones para este álbum en la que además de la dupla de Jagger-Richards, el gran Charlie Watts en la batería y Bill Wyman en el bajo, debutaba con ellos el guitarrista Mick Taylor, el más talentoso que pasara por la banda a lo largo de su historia, y que como dicen las malas lenguas, por esto mismo solo duró cinco años ahí por hacerle mucha sombra al ego de Keith Richards. Con unas letras salvajes, pletóricas de sexo y de drogas, y que no podrían ser fácilmente aceptadas en estos tiempos tan pacatos y de opinadores,   el disco Sticky fingers, introducía a los ya legendarios en ese momento Rolling Stones a la década en la que seguirían consagrándose como los íconos del rockanroll que aún al día de hoy continúan siendo.


 

 

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